¿Por qué te gusta hacer reír a tus lectores infantiles?
Porque la risa de los niños es más pegajosa que los chicles, y a nadie le gusta que le peguen un chicle pero sí que le peguen la risa.
El humor que haces en tus libros: ¿cómo se te ocurre?
No sé, pero con todo me pasa así, cada vez que hago algo, la gente me dice: ¡cómo se te ocurre!
¿Qué te gustaría decirles a los lectores de Humor Sapiens?
Cuando lo lean cien veces, me gustaría decirles que puede haber algún otro sitio tan divertido, que busquen a ver.
¿Puedes hacer una breve autobiografía para Humor Sapiens?
Soy un poeta cubano desde niño. Ya de grande me hice narrador y ensayista, pero seguí siendo poeta y cubano. Estudié en la Universidad de La Habana, aunque lo único que logré fue el título de Licenciado en Lengua y Literaturas Hispánicas. Luego comprobé que seguía acordándome de cuando era niño, y me puse a escribir para los niños. Sin darme cuenta me volví especialista en Literatura Infantil y Juvenil y en Animación a la Lectura. No pude evitarlo.
No pude evitar tampoco trabajar, incluso todos los días, y por eso fui Asesor de Educación Artística del Ministerio de Educación de Cuba, profesor de Cultura Cubana e Historia del Arte, crítico de cine, libretista de teatro y de programas de radio y TV para adultos y para niños y jóvenes. Por suerte, estos trabajos me gustaron (unos días más que otros).
Por variar, resido en Santiago de Chile, e imparto talleres de Escritura Literaria y cursos de capacitación para la Animación a la Lectura. Soy miembro fundador de la Corporación Lectura Viva.
A veces exagero, y ya he publicado más de veinte libros para adultos, niños y jóvenes. Y otros exagerados me han dado numerosos premios nacionales por toda esa obra, incluyendo uno internacional, el Hispanoamericano de Poesía para Niños 2013, y me han incluido en muchas antologías cubanas y extranjeras. A dónde vamos a parar.
Tengo escritos otros libros para niños (poesía, cuentos y novelas) y, si Dios no pone su mano, en algún momento saldrán a relucir.