Risas versus arrugas
Cuando nos reímos, movemos un total de entre 5 a 53 músculos del cuerpo. Esa expresión facial estira la piel y puede retardar la aparición de las arrugas.
Cuando nos reímos, movemos un total de entre 5 a 53 músculos del cuerpo. Esa expresión facial estira la piel y puede retardar la aparición de las arrugas.
Varios científicos afirman que los animales como los bonobos, orangutanes y gorilas son capaces de dar carcajadas. Penny Paterson, presidente de la Fundación Gorilla Foundation afirmó que Koko, la gorila famosa por sus habilidades de lenguaje emitía un 'ho, ho' especial al ver personas que le agradaban.
El terror a los payasos es una fobia muy común que se conoce como coulrofobia. Los síntomas pueden ser leves, por ejemplo, que ver a un payaso ocasione una inquietud y ansiedad de leve a moderada; pero también más graves. Además, la coulrofobia tiende a ser de larga duración. Es una fobia que comienza en la infancia y persiste hasta bien entrada la edad adulta.
La representación de padres en las producciones de comedia acostumbran a centrarse en bromas que involucraban al padre de familia, dejándole en mal lugar. Algo que ha ido creciendo respecto a sus homólogos del pasado.
Los padres de hoy, pues, reciben más burlas por su torpeza, inoperancia, falta de sensibilidad, inteligencia, etc.
De acuerdo con el medio de comunicación Discover, los médicos han estudiado a dos casos de “Witzelsucht”, cuyos enfermos mostraban una etiología y un transcurso diferente del trastorno.
El primer paciente era un hombre de 69 años que durante cinco años experimentó ansias permanentes de hacer chistes. Inclusivo llegaba a despertar a su esposa por la noche para contarle uno nuevo.
Los médicos apuntaron que la aparición del trastorno en su caso podría ser causado por un dañado núcleo caudado, a raíz de un ataque cerebrovascular o por una hemorragia en el espacio subaracnoideo.
Durante la Segunda Guerra Mundial, los soldados nazis, en particular los de la Gestapo, eran conocidos por reírse a carcajadas del comportamiento de pánico de los judíos que intentaban huir de ellos.
(Herbert Lefcourt, 2001)
El piscólogo y profesor de la Universidad de San Pablo, ha reconocido que, al haber más horas de luz y cuando el calor es limitado, el verano es la época del año en la que el estado de ánimo aumenta y las personas se vuelven más simpáticas y tolerantes.
Aunque parezca increíble, existen estudios que aportan todo tipo de conclusiones.