Homenaje póstumo: Alfonso Ussía de España

Enviado por Humor Sapiens el Vie, 05/12/2025 - 14:54
Alfonso Ussía

Nacido en Madrid en febrero de 1948, Ussía se había instalado en los últimos años en su refugio cántabro, dedicando sus días a la escritura tras una extensa trayectoria en prensa, radio y televisión.

Su voz, de humor satírico, ácido e indomable, se forjó en sus años de poeta satírico antes de pasar a convertirse en un columnista emblemático de medios como ABC, Diario 16, La Razón, las revistas Época o Tiempo, y en sus últimos años en El Debate. También participó de forma destacada en tertulias de radio y televisión, especialmente durante los años dorados de los 80 y 90.

Además de su aportación en los medios, Ussía deja una obra literaria de más de cuarenta libros, incluyendo títulos como Tratado de las buenas maneras, Coñones del reino de España, El temblor diario, o la extensa serie Memorias del marqués de Sotoancho. Nieto del dramaturgo Pedro Muñoz Seca -autor de La venganza de don Mendo-, a lo largo de su carrera fue reconocido con numerosos galardones: premios como el González Ruano, el Mariano de Cavia o el Jaime de Foxá, y condecoraciones como la Gran Cruz de la Orden del 2 de Mayo o la Medalla de Oro de Madrid.

Con Alfonso Ussía desaparece el último gran nombre de aquella generación de genios del humor que dio forma a El Jardín de los Bonsáis y, más tarde, a El debate sobre el Estado de la Nación, dos de las tertulias más influyentes y recordadas de la radio española; formato que tambien tuvo su réplica en televisión, en Telecinco con Este país necesita un repaso, en los años 90. Aquel elenco, que marcó época bajo el paraguas de Luis del Olmo, reunió a enormes figuras de la edad de oro del humor español ya desaparecidas: Tip, Coll, Mingote, Chumy Chúmez, Forges, Martín Morales, Manuel Summers -padre de David Summers, de Hombres G-, Antonio Ozores, Jordi Estadella, y Gila entre otros.

Voces que contribuyeron a crear un país más inteligente y más libre a través del humor, la sátira y la palabra afilada. Ussía, con su estilo ácido y literario, fue el puente entre ese mundo y el presente. Su marcha cierra definitivamente la generación más brillante que ha dado la radio y la prensa española en materia de humor.

Publicó 53 libros y más de 20.000 artículos en medios como ABC, Tiempo, Época, Diario 16, La Razón y Las Provincias, y fue colaborador habitual en programas de radio como Protagonistas con Luis del Olmo —donde participó en la célebre tertulia “Debate del Estado de la Nación”—, Antena 3, COPE, Onda Cero y EsRadio, trabajando junto a figuras como Federico Jiménez Losantos, Carlos Herrera o Antonio Herrero. En televisión colaboró con TVE, Antena 3 y Tele 5, escribiendo guiones de series como Puerta con Puerta, Marqués de Sotoancho y Este País Necesita un Repaso.

En teatro, adaptó la versión musical de La venganza de Don Mendo y colaboró en Pantaleón y las Visitadoras. Su obra y trayectoria le valieron premios como el González Ruano y el Mariano de Cavia de Periodismo, el Jaime de Foxá de Literatura, la Pluma de Plata y de Oro, y distinciones militares y civiles como la Gran Cruz del Mérito Naval, la Cruz de Plata de la Guardia Civil, la Gran Cruz de la Orden del 2 de Mayo o la Medalla de Oro de Madrid, además de ser miembro de honor de 27 regimientos y unidades de las Fuerzas Armadas y buques de la Armada. También recibió reconocimientos deportivos, como la Medalla de Oro de la Real Federación Española de Bolos y de la Federación Cántabra de Bolos, consolidando así una trayectoria única e interdisciplinar en la cultura y la sociedad españolas.

Alfonso Ussía, como Tip, Mingote, y tantos otros grandes del humor de fin de siglo, ejerció el deporte de la risa en un tiempo en que España vivía bajo la tristeza permanente de los atentados de ETA. Más aún, lo ejerció en libertad, siendo objeto habitual de presiones y amenazas, en los años en que casi todos los grandes comunicadores y columnistas debían llevar escolta -el propio Ussía la llevó durante muchos años- y extremar sus precauciones ante la amenaza constante de los terroristas. En ese sentido, Ussía fue siempre un valiente defensor de la libertad frente a la barbarie etarra, y el arma que empleó para esta defensa no fue otra que el columnismo satírico y el humor radiofónico, lo que contribuyó a poner un poco de luz y sosiego, en los difíciles primeros años de la democracia española.

La independencia y la libertad marcaron en buena parte muchos de sus movimientos a lo largo de su carrera profesional. Una de las más sonadas fue su salida en 2004 de ABC, el que había sido su diario de toda la vida, cuando publicó el artículo El cerdo vasco, en el que se reía del intento del Gobierno Vasco de registrar una raza porcina autóctona. La dirección del diario, encabezada por José Antonio Zarzalejos, rechazó publicar el texto, y Ussía decidió romper su colaboración diaria el 10 de marzo de ese año, dejando un artículo en blanco como protesta.

Apenas una semana después, Ussía se convirtió en columnista principal de La Razón, donde estrenó su incorporación con su polémico texto titulado “Y ahora el cerdo”. A partir de entonces, no dudó en polemizar con su antigua casa en otras ocasiones. La aventura en La Razón duró 16 años. El distanciamiento de Ussía con el diario del grupo Planeta comenzó cuando denunció en Twitter que el periódico había decidido no publicar su habitual tribuna en la contraportada. Según Ussía, se trataba de una forma de censura, aunque la dirección del diario, encabezada por Francisco Marhuenda, negó esta acusación y explicó que el cambio se debía a la necesidad de compartir la contraportada con el propio director. Ussía decidió entonces que no quería escribir junto a Marhuenda, explicando que la situación había sido una “zancadilla” y que prefería marcharse por iniciativa propia.

(Fuente: popes80.com).

Desde aquí les enviamos nuestras buenas vibras a sus familiares y colegas.

 

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