Se hizo famoso en España por sus apariciones en televisión durante las décadas de 1980 y 1990, llegando su fama a Latinoamérica. Fue un excelente contador de chistes. Su humor era absurdo y parte de su efectividad residía en su semblante permanentemente serio y en los cambios de ritmo que imponía en su narración. No necesitaba recurrir a ninguna imitación de voces o acentos. Actuaba siempre vestido de negro, sentado habitualmente en un taburete con una bebida (vodka con zumo de naranja) y un cigarrillo. A principios de la década de los 90, se apartó de los escenarios, reapareciendo en la escena pocos años antes de su muerte, con el espectáculo Érase otra vez... Eugenio.
- Inicio
- ¿Humor Sapiens?
- Humorología Infantil
- Humorología
- Humorofilia
- Humoroteca
- Contacto