Perry, quien falleció a sus 70 años de edad, fue figura indiscutible en el carnaval, el espectáculo y la radio. Ahí demostró por varias décadas, que fue uno de los humoristas más destacados del siglo 20 en Uruguay. Fue también un reconocido músico. Para muchos uruguayos fue un referente oficial de la comicidad.
Sus chistes verdes, su humor que coqueteaba con las subidas de tono, pero al mismo tiempo con una gran calidad humana, marcaron el balance que lo convirtió en un personaje querido del entretenimiento uruguayo.
Desde aquí enviamos nuestras buenas vibras a sus familiares y colegas.
“Crear, pensar y vivir con humor”.