La connotación social de la risa

A veces se ríe tu compañero del trabajo o de salón, y luego el otro y el otro y así se inicia una contagiosa epidemia. Esto tiene una explicación científica. Investigadores ingleses encontraron evidencia del contagioso “virus” de la risa. De forma similar a como lo manifiesta el neurólogo Robert Provine, el cerebro es un “ente” sociable y responde con una sonrisa a las carcajadas de otro. El estudio, realizado en el Colegio Universitario de Londres y publicado en Journal of Neuroscience, sostiene que cuando vemos un rostro sonriente, se nos activa un conjunto de células nerviosas llamadas neuronas espejo, que impulsan la propia sonrisa. Esto es muy fácil de observar en los bebés, que responden de la misma forma a quien les sonríe. Pero las neuronas espejo también reaccionan de forma auditiva.

Los investigadores seleccionaron sonidos vocales que correspondían a emociones positivas, como la diversión y el triunfo, y negativas, como el temor y el disgusto. Con estudios de resonancia magnética funcional, monitorearon las respuestas cerebrales de un grupo de voluntarios. Las neuronas espejo se activaron reaccionando a todos los ruidos y los músculos faciales se prepararon para actuar, y la reacción más intensa ocurrió en el caso de las risas y voces triunfantes. El estudio afirma que tenemos un cerebro social, que asegura una plataforma biológica que transmite más lo positivo que lo negativo y favorece la comunicación empática. Nos hacemos bien los unos a los otros al reírnos.