Emociones positivas y negativas

Un ejemplo de cómo puede influir las emociones positivas sobre la persona, viene expuesta en una editorial de la revista Mayo Clinic Proceedings. El trabajo firmado por Maruta, Colligan, Malinchoc y Offord (2000), autores que tras examinar las historias médicas de 839 individuos en las que se incluían test de personalidad, trazan la hipótesis de que afrontar la vida con optimismo permite alcanzar mayor longevidad.

Los resultados del estudio muestran que las personas clasificadas como optimistas viven más años que las consideradas pesimistas. Seligman, editorialista del trabajo de Maruta y Cols (2000) hace una puntualización en cuanto a la mortalidad y explica que los pesimistas son más pasivos, realizan menos acciones preventivas de la salud como abandonar el hábito de fumar, son más depresivos y finalmente el sistema inmune se vuelve menos eficaz que el de los optimistas, de los positivistas, que tienen más desarrollado el sentido del humor y viven de buen humor.