El humor en los cuidados paliativos

Un nuevo estudio liderado por Stephen Claxto-Olfield, investigador de la Mount Allison University (Canadá), y publicado en la revista American Journal of Hospice & Palliative Medicine, se pregunta qué papel juega el humor en los cuidados paliativos (en hospitales y domicilios). Y sus conclusiones pueden resultar a priori chocantes.

La práctica totalidad de los 32 voluntarios que respondieron la encuesta aseguraron usar el humor de forma frecuente o habitual en sus interacciones con los pacientes. La mitad consideraron además que éste es muy importante o extremadamente importante en su relación con estos.

Los resultados del estudio coinciden con los hallazgos de investigaciones anteriores, que indicaban, por ejemplo, que el 76% de los pacientes que ingresan en paliativos valoran muy positivamente el humor durante su enfermedad.

Los voluntarios encuestados explicaron que utilizan diferentes tipos de humor en sus interacciones. Lo más habitual es “reírse de la vida”, seguido del humor de los libros (muchos leen historias divertidas a los pacientes), contar chistes y el humor negro. Curiosamente este último tipo de humor, que podría parecer inadecuado en este contexto, es el preferido por los pacientes a la hora de bromear con sus cuidadores.

El humor, aseguran los voluntarios, puede trabajarse casi con cualquier paciente. El único gran impedimento es el estado de salud de estos. Los pacientes muy enfermos, o cuya condición ha cambiado repentinamente, pueden no ser receptivos a las bromas y son menos propensos a iniciar una conversación humorística.

Es humano pensar que en momentos tan dramáticos como el final de la vida no pueden hacerse chistes, pero lo cierto es que entrar en una espiral de lamentaciones solo empeora la situación y agrava el sufrimiento.

“El resultado de este estudio sugiere claramente que el humor es compatible con la filosofía de los cuidados paliativos”, apunta Claxton-Olfield. “La risa y el apoyo social van de la mano; el humor, si se usa de forma apropiada, cumple uno de los objetivos principales de los cuidados paliativos, que no es otro que mejorar la calidad de vida general de los pacientes”.