
“La burla o chanza es una de las formas más primitivas y populares del *humor. Freud, en su célebre tratado sobre el *chiste, cuando elabora su psicogénesis ubica a la burla en los primeros estadios de maduración del sujeto. Dicho estadio es el que se manifiesta en las formas más elementales del humor, como las chanzas acerca de la sexualidad (Freud, 1969)”. (1)
Ana B. Flores
Vivimos y sobrevivimos en sociedades cada vez más complejas y contradictorias, donde en el Siglo XXI continúan muy activas concepciones propias de centenas de años pasados como la brutal violencia para eliminación de decenas miles de seres humanos por sus creencias religiosas o políticas, hambrunas devastadoras generadas por visiones economicistas, destrucción ambiental basada en perspectivas indolentes, gestiones autoritarias que desdeñan la alternancia en el poder, etcétera.
Al mismo tiempo, por caso, el humor continúa siendo objeto de estudio y controversias como la significativa creación y difusión de sus más variadas expresiones.
“Humor Sapiens”, (Chile) con diez fructíferos años de dedicación destacada a la difusión y debate especializado es una prueba palpable de la vigencia de la cuestión y la calidad profesional de sus hacedores.
EN PRINCIPIO
Pareciera que el género humano continuará por mucho tiempo sin alcanzar la capacidad intelectual suficiente que le conduzca a dilucidar, amplia y profundamente, todo lo relacionado con la capacidad de generar humor, adentrase a instancias de la comprensión cabal, hasta ahora insondables de lo cómico, dilucidar cabalmente con respecto al fenómeno que podemos denominar genéricamente chiste, si existen o no límites en cuanto a lo risible, etcétera.
En este orden de ideas, el destacado académico y escritor español Félix Caballero Wangüemert apuntó: “Como dice el caricaturista, escritor e investigador gallego Siro López, dentro del humor, entendido coloquialmente como todo lo que intenta hacer reír o sonreír, podemos distinguir tres grandes géneros: la comicidad, la sátira y el humorismo. La comicidad se dirige solo a la inteligencia y busca la risa, sin ningún otro fin útil o moral. La sátira se dirige también a la inteligencia y busca igualmente la risa, pero no como un fin en sí mismo, sino para usarla como arma contra alguien o algo. Consiste, en definitiva, en la ridiculización por medio de la burla. Por último, el humorismo se dirige tanto a la inteligencia como al sentimiento, emociona a la vez que divierte y tiene como respuesta la sonrisa comprensiva o solidaria. Puede ser de dos tipos: benévolo, si intenta evitar la comicidad y no reír a tontas y a locas, sino comprender, disculpar y sonreír; y sarcástico o negro, cuando se afana en evitar la tragedia, para lo que caricaturiza la tristeza y ríe por no llorar”. (2)
UN APORTE EXTRAORDINARIO
El célebre filósofo, docente y escritor francés Henri-Louis Bergson (1859-1941) fue uno de los más importantes pensadores que también se ocupó de reflexionar significativamente con respecto al humor.
Sus tres ensayos sobre la Risa generada en forma directa por la comicidad son un aporte principal incluyendo lo didáctico de sus desarrollos.
En un exitoso volumen publicó sus tres ensayos sobre “la risa especialmente provocada por lo cómico”, enriqueciendo notablemente los debates atinentes que continúan bien entrados en el Siglo XXI.
“La risa tiene significación y alcance sociales de que con lo cómico se manifiesta ante todo un cierto amoldamiento particular del hombre a la sociedad; que todo lo cómico está en el hombre. (…)
Sería conveniente establecer una distinción importante entre lo cómico y lo ingenioso. Estoy por creer que una palabra resulta cómica cuando nos reímos de quien la dice, e ingeniosa cuando nos reímos de un tercero o de nosotros mismos. Pero lo más común es que no nos sea posible distinguir si la palabra es cómica o ingeniosa, resultando sencillamente risible”.
Más adelante define un aspecto central de su propuesta que denomina “Ley”: “llamaremos ingenio a aquella disposición que tiende a trazar como de pasada algunas escenas de comedia, pero tan ligera, discreta y rápidamente, que todo haya terminado cuando apenas comencemos a notarlo”.
Así mismo es dable recordar su exquisito lenguaje y que se ocupó particularmente de las palabras, como las metáforas que deben ser interpretarse oblicuamente lejos de lo literal, paradojas a partir de ideas corrientes, parodias verbales de conceptos frecuentemente empleados, etcétera. “La mayor parte de las palabras tienen un significado físico y otro moral, según que se las use en su acepción real o en la figurada”.
El efecto cómico surge de la manipulación racional cuando se trastoca lo observable en lo imaginado, por eso es necesaria la atención y, por caso, saber leer entre líneas. También cuando se trata del tan divertido humor absurdo, ejemplificándolo con el diálogo de los mellizos que encarnó el extraordinario estadounidense Samuel Langhorne Clemens (Mark Twain) (1835-1919).
Con respecto a lo que denomina las obsesiones cómicas las refiere a los ensueños y a los ecos de los sueños que pueden nutrir las novelas y el teatro, determinándolo como un teorema: “el absurdo risible es de la misma naturaleza que el de los sueños”.
También que lo cómico puede presentarse mediante reiteraciones como los estribillos de algunas canciones donde, a veces, un mismo término posee significados distintos inclusive contrapuestos. Las dramáticas vicisitudes sufridas varias veces por los payasos que parecen ignorar la situación contribuyen en mucho a la risa en las más variadas culturas.
Si el empleo de las palabras se circunscribe a frases hechas o a ideas etiquetadas (“marbetes”) es más fácil la ridiculización en su rigidez, incluyendo la eventual flexibilidad de un vicio sujeto a ser también risible.
La interferencia de dos ideas aparentemente disímiles es cuando convergen puede generar una humorada como el retruécono dos son dos términos que conmutados en una oración se convierten en humor: cuando ella partió él se quebró. Los logros graciosos pueden ser muy altos si su comprensión es inmediata y cabal, casi como el juego de un mago en su acto de ilusionismo.
AL RESPECTO
Algunas de sus conclusiones siguen siendo aceptadas cabalmente y otras son bases de controversias. ¡Extraordinario!
En el primero comienza preguntándose “¿Qué significado tiene la risa? ¿Qué hay en la base de lo risible? ¿Habrá algo de común entre el mohín de un payaso, el retruécano de una farsa y la galana escena de una comedia? (…)
1 Lo cómico es “propiamente humano”.
2 “La insensibilidad casi siempre acompaña a la risa”. “Es inteligencia pura”.
3 “La risa debe responder a ciertas exigencias de la vida común, y debe tener, pues, un significado social”.
Por lo tanto, lo ratificó cuando dejó especificado que: “¿Cuántas veces no se ha hecho notar que muchos efectos cómicos que se refieren a las costumbres y a ideas de una sociedad particular, no pueden traducirse a otro idioma?”.
En su segundo trabajo se concentró en las representaciones escénicas de la existencia humana, comenzando por recordar al teatro guiñol de los inicios de 1800 y, por caso, el recurso cómico “ola de nieve”, donde la rápida sucesión de hechos aparentemente independientes se han concatenando humorísticamente como si no existiera ningún hilo conductor; a mayor desconexión figurada más comicidad.
En el tercer ensayo se ocupó de los caracteres cómicos en general y de la risa en particular. “Lo cómico se dirige a la inteligencia pura; la risa y la emoción son incompatibles”.
Identifica y caracteriza una serie de cuestiones principales en el contexto del humor: la repetición, la inversión (el mundo al revés),
Siempre con ejemplos muy precisos y didácticos pues están generalizados en la vida diaria.
“Los actos cómicos son distracciones de las cosas, (…) en una distracción básica del sujeto”.
Así mismo Bergson señaló que en la farsa suceden repeticiones en bloque o en situaciones, términos, personajes, etcétera, a veces intercambiables.
Así mismo especificó la diferencia cuando intervienen las palabras de un lenguaje o de otro, lo que se evidencia claramente cuando se plantean problemas con las respectivas traducciones.
Las ideas ingeniosas casi siempre, al menos, generan sonrisas. El lenguaje empleado de determinada forma, como en las comedias clásicas, conlleva espacios donde interviene el humor.
“Cuando la trasposición se realiza de lo solemne a lo familiar, da lugar a la parodia, cuyo efecto se extenderá hasta aquellos casos en que se expresa una idea en términos familiares cuando debiera ser expresada en otro tono”.
En su concepción sobre el humor es clave la relación directa con la inteligencia y que la risa y la emoción son incompatibles. Cuestión que hoy en día sigue motivando interesantes debates.
En “los caracteres cómicos”, luego de haber analizado lo que denominó “recovecos” y “vericuetos” de lo cómico, se adentró en el contexto social donde se desarrolla la existencia humana: “La vida real ofrece escenas tan rayanas en la comedia elevada, que podrían pasar al teatro sin cambiarles ni una palabra (…) y que las frases profundamente risibles son aquellas ingenuas que nos muestran un vicio al descubierto. (2)
Es probable que el título elegido por el laureado autor sea conveniente, en principio, apreciarlo como un recurso literario pues sus páginas abarcan muchas más cuestiones que también lo revelan como filósofo y gran conocedor de la psicología y la sociología.
Al respecto y sintéticamente, nos alerta sobre la frecuente pereza intelectual que limita muchas de las percepciones sobre todo cuando, para comprender la realidad, se presta atención a trillados estereotipos banales o de corto interés por la reflexión fundada. A veces, así surgen afirmaciones sobre el humor que poco calan, dejando a la vista las limitaciones propias en cuanto al lenguaje y al desarrollo del pensamiento abstracto.
Así mismo, las cuestiones de los límites del humor: “cualquier situación grave o leve que sea, podrá hacernos reír, siempre que se nos sea presentada por el autor de manera que no nos conmueva”. El debate continúa.
La universalidad sigue en el horizonte y aunque sea a la vera del camino, la risa continúa presente con “la finalidad de corregir” comenzando por la auto introspección esperando que “alcance al mayor número posible de individuos, (…) ya que la comedia está entre la vida y el arte”.
Y concluye con una de sus notables afirmaciones detalladas en una clara comparación: “como en otras cosas, también en esto la Naturaleza se ha valido del mal para producir el bien. Es lo que hemos tenido, ante todo, presente en esta obra. Hemos creído que la sociedad, a medida que iba perfeccionándose, transmitía a sus miembros siempre una mayor flexibilidad de adaptación, tratando de equilibrar siempre más perfectamente en el fondo y de volver cada vez más superficial toda perturbación. Hemos creído también que la risa al subrayar estas ondulaciones, realizaba otra misión útil.
Luchan así las olas sin cesar en la superficie de océano, mientras que en el fondo reina una profunda paz. Al chocar entre sí, al empujarse unas a otras, las olas buscan su equilibrio. Una blanca, alegre sutil espuma, dibuja el vaivén de sus contornos, y de cuando en cuando, al retirarse la ola, algo de esta espuma queda sobre la arena cerca de allí, corre presuroso a tomarla, y se asombra al no hallar un instante después sino unas pocas gotas de agua en la palma de su mano. Y es un agua bastante más salada y bastante más amarga que la de la ola que la dejó.
Tal como ésta espuma brota la risa. Anota en lo extremo de la vida social las revoluciones superficiales. Diseña por un instante la movilidad de esos sacudimientos. También ella es una espuma a base de sal, y centella como la espuma del licor. Se le llama alegría. Pero el filósofo, a recogerla para saborearla, hallará a veces una buena dosis de amargura en una bien reducida cantidad de materia”. (2)
EN FÍN
Asimismo propone que, con frecuencia, en cuanto al humor, es conveniente valorizar los gestos más que las acciones y, entre otras, la antigua misión de la crítica con su función correctiva “todo humorista es un moralista que se oculta bajo el disfraz del sabio”; como en muchas de las iniciales comedias griegas y las de Jean-Baptiste Poquelin (Molière) incluyendo al enriquecido Monsieur Jourdain de “El burgués gentilhombre” (1670) que empeñado en ser un aristócrata se enteró que hablaba en prosa pagando una fortuna por el farsante aprendizaje.
En tal sentido vale recordar a Blaise Pascal (1623-1662) “Nada hace reír tanto a las gentes como la sorprendente disparidad entre lo que esperan y lo que ven suceder”.
TAMBIÉN
1914. Hernry Bergson fue incorporado como miembro en la Academia Francesa y la Iglesia Católica incluyó en el aberrante “Índice de Libros Prohibidos” sus obras “Materia y memoria” y “La evolución creadora”, que acrecentó su popularidad y respeto intelectual.
1921 a 1926. Fue presidente de la Comisión de Cooperación Intelectual de la Sociedad de las Naciones.
1927. Obtuvo el Premio Nobel de Literatura: “en reconocimiento de sus ideas ricas y vitalizantes y la brillante habilidad con la que han sido presentadas”.
Sus conferencias y clases magistrales fueron siempre muy exitosas con muy numerosa concurrencia.
1940. Activamente se manifestó en contra del gobierno francés colaboracionista con Alemania cuando invadió violentamente parte del territorio galo.
REFERENCIAS
1) Flores, Ana B. En Diccionario crítico de términos del humor y breve enciclopedia de la cultura humorística argentina. Universidad Nacional de Córdoba. Página 19. Córdoba, Provincia de Córdoba, Argentina. 2014.
2) Caballero Wangüemert, Félix. Ay, humor, ay, humor | ¿Por qué lo llaman humor cuando quieren decir odio? Humor Sapiens. Boletín. Chile.
3) Bergson, Henry. La Risa. Editorial Porrúa. Páginas 49, 72, 73, 78, 81, 82, 83, 85, 87, 91,9 2, 93, 95,103,107 y 111. México, México. 1999.

Henri Bergson


Humor and its variants: Henri Bergson
By Alejandro Rojo Vivot
**"Mockery or jesting is one of the most primitive and popular forms of humor. Freud, in his famous treatise on the joke, when elaborating its psychogenesis, places mockery in the early stages of a subject's maturation. This stage manifests in the most elementary forms of humor, such as jokes about sexuality (Freud, 1969).” (1)
Ana B. Flores
We live and survive in increasingly complex and contradictory societies, where in the 21st century, beliefs from centuries past remain active, such as brutal violence leading to the elimination of thousands of human beings due to their religious or political beliefs, devastating famines caused by economic-centric perspectives, environmental destruction driven by indifferent attitudes, and authoritarian governments that disregard power alternation, among others.
At the same time, humor continues to be a subject of study and controversy, as evidenced by the significant creation and dissemination of its many expressions.
"Humor Sapiens" (Chile), with ten fruitful years dedicated to the specialized dissemination and debate on humor, is solid proof of the relevance of the subject and the professional quality of its contributors.
IN PRINCIPLE
It seems that humankind will continue for a long time without reaching sufficient intellectual capacity to fully understand the ability to generate humor, delve into the yet unfathomable depths of the comic, clearly define the phenomenon generically known as the joke, and determine whether there are limits to what is laughable, among other questions.
In this regard, the distinguished Spanish academic and writer Félix Caballero Wangüemert pointed out:
"As the caricaturist, writer, and researcher Siro López from Galicia says, within humor—colloquially understood as anything that tries to make us laugh or smile—we can distinguish three main genres: comedy, satire, and humorism. Comedy appeals solely to intelligence and seeks laughter, without any other useful or moral purpose. Satire also appeals to intelligence and seeks laughter, but not as an end in itself, rather as a weapon against someone or something. Ultimately, it consists of ridicule through mockery. Finally, humorism appeals to both intelligence and sentiment, as it moves us while entertaining and elicits a sympathetic or compassionate smile. It can be of two types: benevolent, if it avoids mere comedy and does not seek laughter indiscriminately, but rather aims to understand, forgive, and smile; or sarcastic/black humor, when it strives to avoid tragedy by caricaturing sadness and laughing to keep from crying.” (2)
AN EXTRAORDINARY CONTRIBUTION
The renowned French philosopher, teacher, and writer Henri-Louis Bergson (1859–1941) was one of the most important thinkers who also significantly reflected on humor.
His three essays on laughter, generated directly by comedy, are a major contribution, including their didactic development.
In a successful volume, he published his three essays on "laughter especially provoked by the comic," significantly enriching the debates on the subject, which continue well into the 21st century.
"Laughter has social significance and reach, as the comic manifests a certain particular adaptation of man to society; all that is comic resides in man. (...)
It would be useful to establish an important distinction between the comic and the witty. I am inclined to believe that a word is comic when we laugh at the person who says it, and witty when we laugh at a third party or at ourselves. However, most of the time, we cannot distinguish whether a word is comic or witty, and it simply results in laughter."
He later defines a central aspect of his proposal, which he calls the "Law":
"We will call wit the disposition that tends to sketch, almost in passing, some comedic scenes, but so lightly, discreetly, and swiftly that everything is over before we even begin to notice it."
It is also worth remembering his exquisite language and his particular focus on words, such as metaphors that must be interpreted obliquely rather than literally, paradoxes derived from common ideas, verbal parodies of frequently used concepts, and more.
"Most words have a physical meaning and a moral one, depending on whether they are used in their literal or figurative sense."
The comic effect arises from rational manipulation when the observable is distorted into the imagined, requiring attention and, for instance, the ability to read between the lines. This is also the case with absurd humor, which Bergson illustrates using the dialogue of the twins embodied by the extraordinary American writer Samuel Langhorne Clemens (Mark Twain) (1835–1919).
Regarding what he calls comic obsessions, he relates them to daydreams and echoes of dreams that can nourish novels and theater, formulating a theorem:
"The laughable absurdity is of the same nature as that of dreams."
He also points out that comedy can be achieved through repetitions, such as refrains in songs, where sometimes the same term has different or even opposite meanings. The dramatic vicissitudes suffered multiple times by clowns, who seem unaware of their situation, greatly contribute to laughter across various cultures.
Bergson states that when words are confined to set phrases or labeled ideas ("tags"), it is easier to ridicule their rigidity, even if they occasionally exhibit flexibility as a laughable vice. The interference of two seemingly dissimilar ideas that converge can generate humor, like a pun in which two terms swapped in a sentence create a humorous effect: when she left, he broke. The comedic impact is heightened when the wit is immediately and fully understood, much like a magician's sleight-of-hand trick.
ON THE MATTER
Some of Bergson's conclusions remain widely accepted, while others continue to fuel debates. Extraordinary!
In his first essay, he asks:
"What does laughter mean? What lies at the root of the laughable? Is there anything in common between a clown’s grimace, a pun in a farce, and a refined scene in a comedy?"
- The comic is "strictly human."
- "Insensitivity almost always accompanies laughter." "It is pure intelligence."
- "Laughter must respond to certain common life demands and thus has a social significance."
Thus, he reaffirmed this idea when he stated:
"How often has it been noted that many comic effects related to customs and ideas of a particular society cannot be translated into another language?"
His second essay focuses on theatrical representations of human existence, starting with the Guignol puppet theater of the early 1800s and, for example, the snowball effect comedic resource, where a rapid succession of seemingly independent events humorously concatenates as if no connecting thread existed; the greater the apparent disconnection, the greater the comedy.
In the third essay, he examines comic characters in general and laughter in particular:
"The comic appeals to pure intelligence; laughter and emotion are incompatible."
He identifies and characterizes several key aspects within the context of humor, such as repetition and inversion (the world turned upside down), always providing precise and didactic examples widely recognized in everyday life.
Bergson also highlighted the frequent intellectual laziness that limits many perceptions, especially when stereotypical clichés or superficial considerations replace deep reflection.
Finally, he proposes that, in humor, gestures should often be valued more than actions and recalls the longstanding function of satire as moral critique:
"Every humorist is a moralist disguised as a wise man."
Universality remains on the horizon, and even if it lingers on the roadside, laughter continues to be present with “the purpose of correction,” beginning with self-introspection, hoping that “it reaches as many individuals as possible, (…) since comedy stands between life and art.”
And it concludes with one of his remarkable statements, detailed in a clear comparison:
“As in other things, Nature has also used evil to produce good. This is what we have primarily kept in mind in this work. We have believed that as society advanced, it increasingly transmitted to its members greater adaptability, striving to balance things more perfectly at their core and to make every disturbance increasingly superficial. We have also believed that laughter, by highlighting these undulations, fulfilled another useful mission.
Thus, the waves constantly struggle on the surface of the ocean, while deep below, a profound peace reigns. By colliding with each other, by pushing one another, the waves seek balance. A white, joyful, and subtle foam traces the ebb and flow of their contours, and from time to time, as the wave recedes, some of this foam remains on the sand. Nearby, someone rushes to grasp it, only to be astonished when, a moment later, they find nothing in their palm but a few drops of water. And this water is much saltier and much more bitter than that of the wave that left it behind.
Just like this foam, laughter emerges. It marks the outermost edges of social life’s superficial revolutions. It momentarily sketches the movement of these tremors. It, too, is a foam made of salt and sparkles like the froth of liquor. It is called joy. But the philosopher, attempting to gather it and taste it, will sometimes find a good dose of bitterness in a rather small amount of substance.” (2)
IN SHORT
Likewise, he suggests that, when it comes to humor, it is often more appropriate to appreciate gestures rather than actions. He also highlights the ancient mission of criticism with its corrective function:
“Every humorist is a moralist disguised as a sage.”
as seen in many early Greek comedies and in the works of Jean-Baptiste Poquelin (Molière), including the newly wealthy Monsieur Jourdain from The Bourgeois Gentleman (1670), who, obsessed with becoming an aristocrat, discovered he had been speaking in prose after paying a fortune for a fraudulent education.
In this regard, it is worth recalling Blaise Pascal (1623-1662):
“Nothing makes people laugh more than the surprising disparity between what they expect and what actually happens.”
ALSO
- 1914. Henri Bergson was admitted as a member of the French Academy, and the Catholic Church included his works Matter and Memory and Creative Evolution in the infamous Index of Prohibited Books, which further increased his popularity and intellectual respect.
- 1921 to 1926. He served as president of the Commission for Intellectual Cooperation of the League of Nations.
- 1927. He was awarded the Nobel Prize in Literature “in recognition of his rich and vitalizing ideas and the brilliant skill with which they have been presented.”
- His lectures and masterclasses were always highly successful and attended by large audiences.
- 1940. He actively opposed the French government’s collaboration with Germany when it violently invaded part of French territory.
REFERENCES
- Flores, Ana B. Critical Dictionary of Humor Terms and Brief Encyclopedia of Argentine Humor Culture. National University of Córdoba. Page 19. Córdoba, Province of Córdoba, Argentina. 2014.
- Caballero Wangüemert, Félix. Oh, Humor, Oh, Humor | Why Do They Call It Humor When They Mean Hate? Humor Sapiens. Bulletin. Chile.
- Bergson, Henri. Laughter. Editorial Porrúa. Pages 49, 72, 73, 78, 81, 82, 83, 85, 87, 91, 92, 93, 95, 103, 107, and 111. Mexico City, Mexico. 1999.
(This text has been translated into English by ChatGPT)