Según se lee en su sitio web, el invitado a este vis a vis es Catedrático Emérito del Departamento de Diseño e Imagen de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid. Anteriormente fue Director de ese departamento. En la actualidad es el responsable de la Dirección General de Cursos de Verano Complutense de El Escorial. Miembro del Jurado del Premio Nacional de Diseño de España, ha publicado obra gráfica y realizado exposiciones individuales en Estados Unidos, China, Kuwait, Italia, Colombia y México. Ha escrito varios artículos y libros. Su último libro es "El Espejo y el Martillo" (Hammer and Mirror), Turpin Ed, Madrid 2017.
Sin embargo, aunque parezca exagerado, es mucho más que eso. Excelente humorista gráfico, estudioso e investigador del humor, miembro del Consejo de Dirección del Instituto Quevedo de las Artes del Humor, etc.
Y para colmo, una persona amable, sociable, simpática, modesta…
Siento un enorme orgullo estar “dialocando” hoy con el Maestro Manuel Álvarez Junco.
PP: No para quitarme trabajo, ni para hacerte sufrir, porque sé que no es fácil hablar de uno mismo, pero me gustaría que le presentaras a los humornautas de nuestro sitio a Manuel Álvarez Junco, ya que mi presentación creo que se quedó corta.
Junco: Bastante raro soy, la verdad. O sea, como todo el mundo. Lo digo porque todos decimos que somos muy normales hasta que hurgas un poquito, jejeje.
Comencé tomándome tan en serio mis trabajos que llegué a pensar que era terriblemente importante lo que hacía. Finalmente caí, o me hicieron caer, en que era mi gran error y que la vida hay que verla de manera inteligente, lo que quiere decir con humor. Eso significa distanciar los problemas para poder apreciarlos mejor y aguantar los embates vitales con mucha más cabeza.
Mi trayectoria profesional comenzó como apasionado pintor de caballete y estudio. Funcionó bien hasta que comprobé en pocos años que eso no me daba de comer, y tomé la decisión de, sin dejar de dibujar y pintar, dar clases de dibujo la mitad del día, porque la educación era mi otra gran pasión. Llegué a ser profe de Universidad. Mientras tanto, por medio del humor gráfico había encontrado una forma mejor de comunicarme con los demás y establecer el equilibrio mental que no me daba la pintura.
Resumiendo, que soy humorista y profesor. Dibujo y doy clases así como publico humor a la vez que escribo teoría.
Mis obras gráficas son exclusivamente visuales. No llevan palabras porque me apasiona sorprender con juegos de formas y símbolos. Quizás esa es la característica más peculiar de mi arte.
PP: Para mí, sin menospreciar el otro, también pienso que en la práctica es mucho mejor el humor gráfico sin texto. Hace pensar más. Claro, hay palabras que producen el mismo efecto de hacernos pensar, por supuesto, pero no abundan esas obras gráficas. Debe ser porque sus creadores son más visuales que escritores, ¿no? Pero volviendo a tu gigantesco curruculum, lo primero que me viene a la mente es: ¿cómo haces para que te alcance el tiempo para dibujar, impartir clases, investigar, etcétera?
Junco: Me encanta levantarme muy temprano, a eso de las 5.30 de la mañana. A esas horas no molesto a nadie y nadie me molesta. Ese tiempo, previo a la habitual jornada laboral que me toque realizar, lo dedico a lo que más me gusta. Eso me proporciona un espacio increíble de actividad libre y diversión a lo largo del año.
PP: Te creo, pero también influye que posees una gran capacidad creativa, digo yo. Es que todo lleva tiempo. Por ejemplo, preparar clases, impartirlas, más actividades secundarias que “caen” en la Universidad, ¡es mucho tiempo ocupado para dibujar e investigar! Y eso de la docencia me lleva a una duda que surgió en uno de los últimos seminarios teóricos en que participé. Allí se hizo la pregunta. “¿Se puede enseñar el humor?” Por lo tanto, me gustaría que explicaras qué se puede enseñar y qué no en un curso sobre humor?
Junco: En la Universidad Complutense he enseñado siempre Diseño gráfico e Ilustración, es decir, los mecanismos y técnicas de la comunicación visual.
Sí he dado, al margen de la actividad reglada, algunos pequeños cursos y talleres específicos de humor en cursos de verano y jornadas sueltas.
Pienso que no se puede enseñar el humor como no se puede enseñar nada de nada. La misión del profesor es que el aprendiz consiga realmente “aprender a hacer”. Me explico: quien esté interesado en conocer un tema es el que debe tomar la iniciativa y decidirse a crear, mientras su profesor es el que debe estimular y canalizar ese impulso y proponerle un mundo real de acción vital, el descubrimiento de las maneras y posibilidades de hacer, lo que a mi me gusta pero no es un trabajo nada fácil.
El humor es un mundo de transgresión inteligente. El ingenio para decir algo sin decirlo directamente es imposible enseñarlo a quien no quiera aprenderlo y meterse en harina.
PP: Yo he impartido clases de humor. Por ejemplo, he enseñado a escribir guiones humorísticos, literatura humorística, actuación humorística (lo técnico), historia del humorismo y también cómo vivir con humor, pedagogía del humor, etc.. Por eso coincido contigo en que es imposible enseñar a crear humor. Uno puede enseñar a dibujar, pero no a “inventar” un chiste. Es algo que no depende del profesor, obviamente. Pero la pregunta me lleva a ésta otra: para ti, ¿el humor es un arte? Me refiero sobre todo a su característica de “parásito”, ya que sólo aparece dentro de un arte (gráfico, musical, escénico, etcétera).
Junco: Sí, el humor indudablemente es un arte. Lo aseguro totalmente. Llámese artesanía, artefacto, artificio o artimaña, es un arte. Exige encontrar la complicidad absoluta del espectador, porque si no la obtiene, no funciona y deja de existir. Es decir, un chiste, si no se entiende, no es chiste. Una imagen humorística, si no afecta positivamente a la percepción e inteligencia del que la ve, pierde el interés y desaparece. Esto que acabo de decir me llevó a escribir un libro (en Argentina lo titulé “El diseño de lo incorrecto” y en España “El humor gráfico y su mecanismo transgresor”) en que explicaba el hecho de que el humor debe entenderse perfectamente porque, de no hacerlo, se diluye como un azucarillo y desaparece. Y, por ello, conseguir la complicidad del espectador es sencillamente esencial. El arte es exactamente ese sentimiento cómplice con una obra realizada por otro, eso que te conecta con la humanidad.
PP: Estoy casi 100% de acuerdo. Ese casi falta es porque no sé. Aún estudio eso. Pero dejemos el tema. En una entrevista que te hizo El Instituto Quevedo del Humor, dijiste que el límite del humor estaba en el mismo creador. Y coincido, pero solo para provocar a las neuronas: ¿qué pasa si el humorista no tiene gran sentido común, no goza de buen tacto y crea una obra que traspasa los límites de un consumidor? ¿No tendríamos entonces que también pensar en los limites de los otros? ¿O quizás no sería mejor no hablar de limites?
Junco: La cuestión de los límites del humor, que ahora está de tanta actualidad, es difícil de explicar al público y a la vez muy fácil de entender individualmente. ¿Por qué? Porque todos sabemos perfectamente cuándo una cosa es oportuna y cuando no, aunque no podamos definir ese tipo de oportunidad en palabras. Quien opine que puede decir cualquier cosa a cualquier persona de cualquier modo y en cualquier momento y lugar, no tiene ni idea de lo que dice. Es como que alguien te diga que nunca ha tenido que disculparse diciendo “Bueno, era una broma”. Eso nos ha pasado a todos.
En este mundo, desde que superamos la adolescencia, cualquiera sabe que sus actos y palabras deben ser inteligentes y cuidadosos. El humor tiene los límites de la inteligencia.
Otra cosa es que el entorno imponga cotos y parcelas, avisos y sanciones intolerables y eso se debe combatir. Creo que nuestra sociedad debe ir siempre a favor de la libertad y la aceptación de lo nuevo y provocador. Un colectivo abierto y valiente no debería jamás cortar las alas de los críticos, pero, insisto, estos a su vez deberían ser responsables e inteligentes.
PP: Es cierto. Pero también hay creadores (sin descalificarlos), que cumplen con lo que dices y crean una obra -para ellos-, “honesta, inteligente y oportuna”, sin embargo para el público no lo es. Y no lo hacen adrede, digo. Por la razón que sea traspasa los límites del humor por su incapacidad. ¿Qué hacer con ellos? En fin, es un temazo. Pero saltando a otro campo: como humorista gráfico, ¿has observado una evolución en tu obra desde tus inicios hasta tu creación actual, en cuanto a forma y también a intereses de contenidos?
Junco: Claro que hay una evolución en la obra propia, lo mismo que hay un desarrollo vital personal cambiante en formas y contenidos. Uno se va conociendo a sí mismo más y más según van avanzando sus días. Algunas cosas por las que uno luchaba de joven se descubren ya pasadas o falsas y otras se van reforzando y creciendo, y se te presentan constantemente nuevos desafíos. Mi interés por la política y la filosofía, por el arte y las relaciones con los demás, han cambiado. Me han sorprendido cosas mías que quizás intuía de joven pero que no había podido definir y valorar hasta ser mayor. Uno descubre cosas en su interior realmente asombrosas. Por otro lado, las formas de actuar, con el tiempo, se van seleccionando y mejorando. El resumen de todo esto es lo que le llaman estilo, que en la juventud suele perseguirse sin saber que sencillamente consiste en ser lo más sincero posible con uno mismo. Esto de “ser uno mismo”, por cierto, es un consejo odioso que nadie entiende de verdad hasta que ha vivido las graves consecuencias de no hacerlo.
PP: Totalmente de acuerdo. Y para continuar en el humor gráfico, ¿cómo ves la salud de esta manifestación en el mundo en la actualidad? ¿Ves más talento en sus creadores que antes? ¿Es cierta la queja de muchos colegas que alegan no tener espacios? ¿Internet es la solución?
Junco: La salud del humor en estos tiempos es extraordinaria porque se han descubierto campos y recursos de comunicación impensables antes y la educación visual es mucho mayor en las nuevas generaciones. Hoy contamos con talleres, estudios e investigaciones, canales específicos de televisión, Internet, acceso a nuevas tecnologías, etc. ¿Quién iba a pensar hace cincuenta años en poseer medios de formación, de información y de comunicación tan extensos y variados? ¿Quién iba a soñar con que particulares pudieran realizar piezas gráficas con tecnologías fáciles y poder colgarlas y distribuirlas por el mundo de manera inmediata?
El problema es que esa facilidad y cantidad increíble no lleva a la valoración y reconocimiento que cualquiera desea. Además, puede suceder –y sucede- que domine una enorme mediocridad y falta de inteligencia, como en tantos aspectos de la vida. Encontramos montones de auténticas tonterías y chapuzas, como en otros ámbitos, pero ¿no sabemos ya que el mundo está hecho de vulgaridad y falta de ingenio, no sabemos que lo bueno escasea? Eso es la vida misma.
Resumiendo, como en todo, hay que trabajar mucho y actuar con conocimiento, rigor, independencia y sinceridad. Y sé que lo que digo no es nada fácil.
PP: Lamentablemente, suena muy pesimista eso de “¿no sabemos ya que el mundo está hecho de vulgaridad y falta de ingenio, no sabemos que lo bueno escasea?”. ¡Pero es la pura verdad! Aunque nos duela reconocerlo. Vamos entonces hacia una pregunta más personal: ¿cuál ha sido el mejor y el peor momento en tu carrera dentro del humor?
Junco: Los peores momentos en la vida siempre son cuando no conoces dónde estás y decides hacer lo que te han dicho que debes hacer y no lo que tu piensas. Por eso hay que analizar todo, estudiarlo y pensarlo bien.
Los mejores momentos, cuando eres sincero y trabajas con rigor sintiendo que haces lo que debes hacer de verdad, aunque no vendas nada ni te entienda ni tu propia pareja. Esas decisiones son maravillosas.
PP: Gran consejo. Me identifico con tu respuesta. Y pasando a otra pasión. ¿Cuándo comenzaste en la investigación humorística y qué te motivó a hacerlo?
Junco: Coincide en mí que soy artista gráfico a la vez que profesor investigador. Siempre estas dos actividades las había llevado por separado, pensando que era lo normal y correcto, es decir, que los investigadores debían tratar los temas que otros consideraban sesudos y serios. Un día me di cuenta de que lo que yo mismo hacía era aquello de lo que mejor podía hablar. Es de nuevo lo que no paro de repetir en esta conversación: me sinceré conmigo mismo y decidí estudiar más y hablar de lo que yo conocía y no de lo que decían otros que debería conocer.
PP: ¿Y cuáles investigaciones has terminado y cuáles están en desarrollo?
Junco: Estoy embarcado desde hace más de quince años en una investigación sobre el humor gráfico en la antigüedad. Me apasiona este tema y voy publicando en revistas académicas algunos artículos sueltos.
Lo que yo he leído sobre este campo siempre era tremendamente raquítico en sus planteamientos. Se decía que el humor importante era el hablado o escrito pero nadie trataba el gráfico y visual. Si acaso había estudios sobre cómo se traducía visualmente el humor hablado, o cómo de una sátira escrita se realizaba una visualización adecuada.
Mi interés es focalizar es estudio en lo gráfico, que es lo que mejor conozco y que, en mi opinión, no tiene sino poquísimas investigaciones adecuadas hasta ahora.
PP: Te admiro, porque a mí me emociona todo eso que haces. No me imagino cómo sería hacer un descubrimiento. Por eso te pregunto: ¿como investigador qué te ha impactado más? ¿Algún descubrimiento en específico?
Junco: Lo más impresionante es descubrir que el humor gráfico siempre ha existido en todas las civilizaciones y mi mayor desafío demostrar con datos esa afirmación.
Es difícil ponerlo en negro sobre blanco, porque el humor es siempre lateral y no es visto, con razón, por las autoridades formales como correcto, porque no lo es. Eso le lleva a ocultarse y exhibirse en rincones. Para un investigador, encontrarlo es complicado y demostrar que es intencionado más aún, porque debe conocer bien el contexto y ocasión en que se hizo.
La civilización egipcia, tan hierática y formal gráficamente, tiene un lado de burla impresionante. Me ha costado mucho descubrirlo y demostrarlo. Este apasionante trabajo de investigación me exige mucho tiempo pero tengo afortunadamente el entusiasmo necesario.
La civilización griega es más cercana a la nuestra y es un campo impresionante de humor gráfico. La verdad es que me divierte muchísimo descubrir este lado tan interesante y oculto de la historia.
PP: De verdad te felicito. Encuentro impresionante tu trabajo. Y para ir terminando, porque ya te robado demasiado tiempo. Dentro del humor, ¿qué te gustaría hacer que no hayas hecho (incluso puede ser hasta incursionar en otras modalidades).
Junco: Como uno ya es mayorcito, no extrañará que, pasados los setenta tacos, no me plantee grandes empresas conceptuales, la verdad. Pero dejarme llevar por impulsos e intuiciones me apasiona y eso procuro hacerlo todos los días. Unos contenidos formales que he frecuentado poco y últimamente trato es el de los iconos del arte internacional, como la Victoria de Samotracia, los Caprichos de Goya o los paisajes de Van Gogh.
En cuanto a técnicas, la animación gráfica hoy en día es un campo a explorar, y los GIF son bastante accesibles. Igualmente el añadir efectos sonoros sería un campo interesante para sumar al humor gráfico. Todo esto la gente joven ya lo está manejando desde hace años, claro, pero eso es lo que más valoro últimamente.
PP: Estimado, ¿hay alguna pregunta que no te haya hecho y que te hubiera gustado que te hiciera? Si es así, ¿puedes responderla ahora?
Junco: Me ha gustado mucho que, gracias a tus preguntas, haya podido tratar toda esta serie de temas y no quiero cansar con nada más. Lo que sí te digo es que quedo disponible para cualquier otra cuestión que me quieras plantear en un futuro.
PP: Querido colega y amigo, ha sido un honor y un placer realizar este vis a vis“ contigo. Estamos agradecidísimos en Humor Sapiens de que nos hayas dedicado tanto tiempo y esfuerzo. Por supuesto que contamos con tus colaboraciones, porque es imposible prescindir de tu valioso aporte.
Muchos éxitos en tu vida personal y en tus campos creativos.
Interview with Manuel Álvarez Junco
By Pepe Pelaayo
Life must be seen intelligently; that is, with humor
According to what is read on their website, the guest at this “dialogue” is Professor Emeritus of the Department of Design and Image of the Faculty of Fine Arts of the Complutense University of Madrid. Previously he was Director of that department. He is currently responsible for the General Directorate of Complutense Summer Courses of El Escorial. Member of the Jury of the National Design Award of Spain, he has published graphic work and held individual exhibitions in the United States, China, Kuwait, Italy, Colombia and Mexico. He has written several articles and books. His latest book is "El Espejo y el Martillo" (Hammer and Mirror), Turpin Ed, Madrid 2017.
However, although it may seem exaggerated, it is much more than that. Excellent graphic comedian, humor scholar and researcher, member of the Board of Directors of the Quevedo Institute of Humor Arts, etc.
And to top it off, a kind, sociable, friendly, modest person...
I feel enormous pride to be “dialocating” today with Maestro Manuel Álvarez Junco.
PP: Not to take my work away, nor to make you suffer, because I know that it is not easy to talk about yourself, but I would like you to introduce Manuel Álvarez Junco to the comedians of our site, since I think my presentation fell short.
JUNCO: I'm quite strange, really. I mean, like everyone else. I say this because we all say that we are very normal until you dig a little, hehehe.
I started taking my jobs so seriously that I came to think that what I did was terribly important. Finally I fell, or they made me fall, that it was my big mistake and that life must be seen intelligently, which means with humor. That means distancing the problems to be able to appreciate them better and endure vital attacks with much more head.
My professional career began as a passionate easel and studio painter. It worked well until I realized in a few years that it was not feeding me, and I made the decision to, without stopping drawing and painting, give drawing classes half the day, because education was my other great passion. I became a university professor. Meanwhile, through graphic humor I had found a better way to communicate with others and establish the mental balance that painting did not give me.
In short, I am a comedian and a teacher. I draw and teach classes as well as publish humor while writing theory.
My graphic works are exclusively visual. They do not have words because I am passionate about surprising with games of shapes and symbols. Perhaps that is the most peculiar characteristic of my art.
PP: For me, without disparaging the other, I also think that in practice graphic humor without text is much better. It makes you think more. Sure, there are words that produce the same effect of making us think, of course, but those graphic works are not abundant. It must be because its creators are more visual than writers, right? But going back to your gigantic resume, the first thing that comes to mind is: how do you make time to draw, teach classes, research, etc.?
JUNCO: I love getting up very early, around 5:30 in the morning. At those hours I don't bother anyone and no one bothers me. That time, prior to the usual work day that I have to do, I dedicate to what I like most. That provides me with an incredible space for free activity and fun throughout the year.
PP: I believe you, but it also influences that you have great creative capacity, I say. It's just that everything takes time. For example, preparing classes, teaching them, plus secondary activities that “fall” at the University, it's a lot of busy time to draw and research! And that teaching thing leads me to a doubt that arose in one of the last theoretical seminars in which I participated. There the question was asked. “Can humor be taught?” Therefore, I would like you to explain what can and cannot be taught in a course on humor?
JUNCO: At the Complutense University I have always taught Graphic Design and Illustration, that is, the mechanisms and techniques of visual communication.
Yes, I have given, outside of the regulated activity, some small specific humor courses and workshops in summer courses and individual days.
I think you can't teach humor like you can't teach anything at all. The teacher's mission is for the learner to truly “learn to do.” Let me explain: whoever is interested in learning about a topic is the one who must take the initiative and decide to create, while his teacher is the one who must stimulate and channel that impulse and propose a real world of vital action, the discovery of ways and possibilities. to do, which I like but it is not an easy job.
Humor is a world of intelligent transgression. The ingenuity to say something without saying it directly is impossible to teach to anyone who does not want to learn it and get into trouble.
PP: I have taught humor classes. For example, I have taught how to write humorous scripts, humorous literature, humorous acting (the technical), history of humor and also how to live with humor, humor pedagogy, etc. That is why I agree with you that it is impossible to teach how to create humor. One can teach how to draw, but not how to “invent” a joke. It is something that does not depend on the teacher, obviously. But the question leads me to another one: for you, is humor an art? I am referring above all to its “parasitic” characteristic, since it only appears within an art (graphic, musical, scenic, etc.).
JUNCO: Yes, humor is undoubtedly an art. I totally assure it. Call it craft, artifact, artifice or ruse, it is an art. It requires finding the absolute complicity of the viewer, because if it is not obtained, it does not work and ceases to exist. That is to say, a joke, if it is not understood, is not a joke. A humorous image, if it does not positively affect the perception and intelligence of the person who sees it, loses interest and disappears. What I just said led me to write a book (in Argentina I titled it “The design of what is incorrect” and in Spain “Graphic humor and its transgressive mechanism”) in which I explained the fact that humor must be understood perfectly because, If you don't, it dissolves like sugar and disappears. And, therefore, achieving the complicity of the viewer is simply essential. Art is exactly that feeling of complicity with a work done by another, that which connects you with humanity.
PP: I agree almost 100%. That one is almost missing is because I don't know. I'm still studying that. But let's leave the topic. In an interview that El Instituto Quevedo del Humor did with you, you said that the limit of humor was in the creator himself. And I agree, but only to provoke the neurons: what happens if the comedian does not have great common sense, does not have good tact, and creates a work that crosses the limits of a consumer? Wouldn't we then also have to think about the limits of others? Or perhaps it wouldn't be better not to talk about limits?
JUNCO: The question of the limits of humor, which is so topical now, is difficult to explain to the public and at the same time very easy to understand individually. Because? Because we all know perfectly well when something is opportune and when it is not, although we cannot define that type of opportunity in words. Anyone who thinks they can say anything to anyone in any way and at any time and place has no idea what they are saying. It's like someone telling you that they've never had to apologize by saying, “Well, it was a joke.” That has happened to all of us.
In this world, since we surpassed adolescence, everyone knows that their actions and words must be intelligent and careful. Humor has the limits of intelligence.
Another thing is that the environment imposes intolerable limits and plots, warnings and sanctions and that must be combated. I believe that our society should always be in favor of freedom and the acceptance of what is new and provocative. An open and brave collective should never clip the wings of critics, but, I insist, they in turn should be responsible and intelligent.
PP: It's true. But there are also creators (without disqualifying them), who comply with what you say and create a work - for them -, "honest, intelligent and timely", however for the public it is not. And they don't do it on purpose, I say. For whatever reason, it crosses the limits of humor due to its inability. What to do with them? In short, it's a great song. But jumping to another field: as a cartoonist, have you observed an evolution in your work from your beginnings to your current creation, in terms of form and also content interests?
JUNCO: Of course there is an evolution in one's own work, just as there is a changing personal vital development in forms and contents. You get to know yourself more and more as your days progress. Some things that you fought for when you were young are discovered to be past or false and others are reinforced and growing, and new challenges are constantly presented to you. My interest in politics and philosophy, in art and relationships with others, have changed. I have been surprised by things about myself that perhaps I sensed when I was young but that I had not been able to define and value until I was older. One discovers truly amazing things inside. On the other hand, the ways of acting, over time, are selected and improved. The summary of all this is what they call style, which in youth is usually pursued without knowing that it simply consists of being as sincere as possible with oneself. This “be yourself,” by the way, is hateful advice that no one truly understands until they have experienced the serious consequences of not doing so.
PP: I totally agree. And to continue with graphic humor, how do you see the health of this manifestation in the world today? Do you see more talent in its creators than before? Is the complaint of many colleagues who claim not to have spaces true? Is the Internet the solution?
JUNCO: The health of humor in these times is extraordinary because fields and communication resources that were unthinkable before have been discovered and visual education is much greater in the new generations. Today we have workshops, studies and research, specific television channels, the Internet, access to new technologies, etc. Fifty years ago, who would have thought of having such extensive and varied means of training, information and communication? Who would have dreamed that individuals could create graphic pieces with easy technologies and be able to hang them and distribute them around the world immediately?
The problem is that this incredible ease and quantity does not lead to the appreciation and recognition that anyone desires. Furthermore, it can happen – and it does – that an enormous mediocrity and lack of intelligence dominates, as in so many aspects of life. We find lots of real nonsense and botched work, as in other areas, but don't we already know that the world is made of vulgarity and lack of ingenuity, don't we know that good things are scarce? That's life itself.
In short, as in everything, you have to work hard and act with knowledge, rigor, independence and sincerity. And I know that what I say is not easy at all.
PP: Unfortunately, it sounds very pessimistic that “don't we already know that the world is made of vulgarity and lack of ingenuity, don't we know that good things are scarce?” But it's the pure truth! Although it pains us to admit it. Let's then turn to a more personal question: what has been the best and worst moment in your career in humor?
JUNCO: The worst moments in life are always when you don't know where you are and you decide to do what you've been told you should do and not what you think. That is why you have to analyze everything, study it and think about it well.
The best moments, when you are sincere and work rigorously, feeling that you are doing what you really have to do, even if you don't sell anything and not even your own partner understands you. Those decisions are wonderful.
PP: Great advice. I identify with your response. And moving on to another passion. When did you start humor research and what motivated you to do it?
JUNCO: It coincides with me that I am a graphic artist as well as a research professor. He had always carried out these two activities separately, thinking that it was normal and correct, that is, that researchers should deal with topics that others considered thoughtful and serious. One day I realized that what I myself did was what I could best talk about. This is again what I keep repeating in this conversation: I was honest with myself and decided to study more and talk about what I knew and not what others said I should know.
PP: And which research have you completed and which are in development?
JUNCO: I have been engaged in research on graphic humor in ancient times for more than fifteen years. I am passionate about this topic and I am publishing some individual articles in academic journals.
What I have read about this field was always extremely weak in its approaches. It was said that the important humor was spoken or written, but no one dealt with graphic and visual humor. If anything, there were studies on how spoken humor was translated visually, or how a written satire was adequately visualized.
My interest is to focus this study on graphics, which is what I know best and which, in my opinion, has only very little adequate research so far.
PP: I admire you, because everything you do excites me. I can't imagine what it would be like to make a discovery. That's why I ask you: as a researcher, what has impacted you the most? Any specific discovery?
JUNCO: The most impressive thing is discovering that graphic humor has always existed in all civilizations and my biggest challenge is to prove that statement with data.
It is difficult to put it in black on white, because the humor is always lateral and is not seen, rightly, by the formal authorities as correct, because it is not. This leads him to hide and show himself in corners. For a researcher, finding it is complicated and proving that it is intentional even more so, because they must know well the context and occasion in which it was made.
The Egyptian civilization, so graphically hieratic and formal, has an impressive side of mockery. It took me a lot to discover and prove it. This exciting research work requires a lot of time, but fortunately I have the necessary enthusiasm.
Greek civilization is closer to ours and is an impressive field of graphic humor. The truth is that I have a lot of fun discovering this interesting and hidden side of history.
PP: I really congratulate you. I find your work impressive. And to finish, because it has already taken up too much of your time. Within humor, what would you like to do that you haven't done (it may even be to venture into other modalities).
JUNCO: As one is already older, it won't be surprising that, after being in my seventies, I don't consider large conceptual companies, to be honest. But letting myself be carried away by impulses and intuitions excites me and I try to do that every day. Some formal content that I have rarely frequented and have been dealing with lately is that of the icons of international art, such as the Victory of Samothrace, Goya's Caprichos or Van Gogh's landscapes.
As for techniques, graphic animation today is a field to explore, and GIFs are quite accessible. Likewise, adding sound effects would be an interesting area to add to the graphic humor. Young people have been handling all of this for years, of course, but that is what I value most lately.
PP: Dear, are there any questions that I haven't asked you that you would have liked me to ask you? If so, can you answer it now?
JUNCO: I really liked that, thanks to your questions, I was able to discuss this whole series of topics and I don't want to tire you out with anything else. What I do tell you is that I remain available for any other question you may want to ask me in the future.
PP: Dear colleague and friend, it has been an honor and a pleasure to “talk” with you. We are very grateful at Humor Sapiens that you have dedicated so much time and effort to us. Of course we count on your collaborations, because it is impossible to do without your valuable contribution.
Many successes in your personal life and in your creative fields.
(This text has been translated into English by Google Translate)