En esta ocasión tengo la suerte y el orgullo de hacer este vis a vis con un humorista gráfico cubano excepcional, con un crack, con una leyenda. El señor Manuel Hernández, “Manuel”. Un hombre que ha obtenido en Cuba el Premio Nacional de Humor y el Premio Nacional de Periodismo. Ha sido reconocido con la Medalla Pablo Picasso que otorga el Consejo Mundial de la UNESCO, además de muchísimos premios y distinciones más, tanto nacionales como extranjeras. Incluso, de 1980 a 1990 estuvo incluido entre los 100 caricaturistas más importantes del mundo.
En lo personal, tengo el honor de ser su amigo. Vivíamos a cinco cuadras en la ciudad de Matanzas cuando yo comencé en el humor y al visitarlo siempre me ponía nervioso, porque ya lo veía como un ídolo.
Él pertenecía a la publicación humorística dedeté (suplemento que en 1985 obtiene el premio a la mejor publicación satírica del mundo, en el evento anual que se realiza en Lucca, Italia), donde yo comencé a colaborar con mis textos y hasta le realizó una caricatura grupal a mi grupo “La Seña del Humor”.
En fin, innumerables razones para entrevistarlo y para que nos honre con su presencia en Humor Sapiens. Pero por encima de todo, deseo que esto él lo tome como un regalo, como mi modesto homenaje, por estar celebrando en este 2023, sus 80 años.
Debo confesar que conectarse con Manuel no es fácil. Pero tengo la suerte de que un gran amigo de él, incluso que ha sido curador en sus exposiciones personales, es también un hermano para mí, el señor Moisés Rodríguez, miembro ilustre de mi querida Seña del Humor, el cual hizo posible este vis a vis. ¡Gracias, Moisés!
Dicho todo lo anterior, comenzamos…
PP: Mi querido Manuel, nadie duda de que hace rato pasaste a la historia del humor gráfico cubano. La pregunta es: ¿cómo has manejado tu ego? ¿Te das clara cuenta de lo que ha logrado aquel muchacho nacido en una provincia de una isla subdesarrollada del Caribe? ¿Cómo te hace sentir tu reconocida y laureada historia personal?
MANUEL: Es como un sueño impensable. Salir mágicamente de un bohío criollo y llegar a un medio impreso donde se enteran de ti miles de personas desconocidas, de cómo ve uno el mundo que te rodea por todas partes, es un diálogo que apunta a los valores más universales del ser humano; ese impacto me ha tenido atrapado hasta hoy mismo. Yo entiendo que si Miguel Ángel hubiera imaginado la trascendencia futura de su obra a través de las reproducciones masivas, de seguro hubiese sentido ese milagro que significa las reproducciones en escala múltiple en libros, y tantas apropiaciones gráficas. En fin, que ver la obra de uno multiplicada, al alcance de infinidad de personas, produce un goce íntimo que hasta hoy mismo me tiene seducido y es como un misterio que secretamente me sigue retando y alimentando mi ego.
PP: Me imagino. Pero voy a comentarte algo, ese goce interior es mayor cuando tu obra le llega a un vasto público por su calidad, como es tu caso. Porque no creo que suceda igual con los autores de pésimas obras, que se reproducen a gran escala, como un reguetón por ejemplo, por razones ajenas a la calidad. Por eso creo entender bien lo que sientes. Pero detengámonos en tu obra. Dime, cómo ha sido la evolución en cuanto a forma y en cuanto a contenido, entre el Manuel novato y este prestigioso profesional que es el Manuel en la actualidad.
MANUEL: Evidentemente, el estudio y la experiencia creciente autoevaluativa de mi propia obra ha ido enriqueciéndose, calibrándose, depurándose y, sobre todo, pareciéndose más a mí mismo; constantemente insatisfecho, en permanente diálogo de confrontación conmigo mismo y los demás, en perenne autoperfeccionamiento.
PP: Buena respuesta, porque esa vía es la mejor si uno desea evolucionar. Déjame hacerte una pregunta más teórica. Para ti, ¿el humor gráfico es un “paraguas” que cubre la caricatura, la caricatura personal, la tira cómica, la historieta cómica, la viñeta editorial, etc., o corren por carriles distintos todos esos conceptos?
MANUEL: Nunca he desdeñado las armas y los recursos de toda índole con que cuenta el humor gráfico, con preferencia por la ironía satírica, pero con cuidado de no ser demasiado agresivo u ofensivo con la “víctima” alusiva. Sintético y sugerente en el orden de diseño, con pocos elementos contextuales y un solo texto detonante. Cierto crítico de arte decía que lo que más le interesaba de mis caricaturas era “lo que no decía, pero sugería”. Pero a mí lo que más me interesa es la intención, más allá de lo que aparece dibujado en la gráfica, aparte de la segunda o más lecturas reflexivas.
PP: Veo que aprecias todas las formas para canalizar tu humor y que le das mayor relevancia a las intenciones de tus contenidos. No te limites. Y ya que mencioné esa palabra, una pregunta de moda: ¿tiene límites el humor?
MANUEL: No sé. Y si tiene límites, son los que uno mismo se impone.
PP: Sí, te refieres a la autocensura y estamos de acuerdo, pero soy de la opinión que existen unos límites externos al creador, como los que impone un gobierno autoritario, un medio de comunicación por ciertos intereses, o lo políticamente correcto si tiene poder, etc. En fin, no hay tiempo y espacio para debatir, dejemos eso pendiente para cuando nos encontremos de nuevo. Pero me gustaría saber cómo ves el estado del humor gráfico cubano en estos momentos. Compáralo con la época de tu dedeté.
MANUEL: El humor es un producto intelectual y se ajusta y se recicla de sus referentes y contextos de cada época y sus condicionamientos, a tono con las exigencias de cada momento y los recursos disponibles a los efectos.
PP: Excelente respuesta para cuando uno no quiere meterse en comparaciones, ja, ja. Está bien. Dinos entonces, ¿qué te gustaría hacer en el campo del humor, que no has hecho aún?
MANUEL: Que sean otros los que hagan con mi obra lo que deseen, siempre y cuando respeten la pureza de mis intenciones con dignidad artística.
PP: Y te den crédito, agrego yo, ¿no es cierto? Bueno, ¿quieres contarnos alguna anécdota relacionada con tu carrera en el humor?
MANUEL: Un día un periodista me preguntó que la gente decía que mi dibujo se parecía a Modigliani, a Víctor Manuel, a Picasso… ¿a quién te quieres parecer? Y le respondí: “Al Guayabero” (*)
(*) Faustino Oramas Osorio, «el Guayabero», fue cantante, tresero y compositor cubano. Trovador popular, es reconocido como «el juglar mayor de Cuba» y alcanzó fama como «el rey del doble sentido por su habilidad y gracia para hilvanar complejos relatos cantados en los que hacen gala el humor y la picardía (Nota mía).
PP: Ja, ja, me encantó. Además, el Guayabero era un humorista y también es parte de tu obra. Diría que pudiera ser que las dos almas de tu obra sean esos clásicos de las artes visuales y sea ese humor popular. Bueno, amigo mío, para ir cerrando, ¿se te ocurre una pregunta que deseaste te hubiera hecho? Si es así, ¿puedes responderla ahora?
MANUEL: No. Solo decir que el humor debe ser siempre para ayudar a los demás, no destruirlos, que sea acompañamiento de los mejores valores del ser humano. Soy enemigo del humor que denigra al ser humano.
PP: Totalmente de acuerdo contigo. Da igual que hagas sátira o humor blanco, crítico, humor infantil o burla irónica, lo esencial es valorar y respetar al ser humano y no ultrajarlo, humillarlo.
Gracias de todo corazón por tu tiempo, Manuel.
MANUEL: Mucha suerte en tus empeños, Pelayo. ¡Saludos, colega!
PP: Te deseo mucha salud y que sigan tus éxitos y reconocimientos. ¡Un abrazo!
Autocaricatura
Interview with Manuel Hernández
By Pepe Pelayo
I am an enemy of humor that denigrates the human being
On this occasion I am lucky and proud to dialogue with an exceptional Cuban cartoonist, with a crack, with a legend. Mr. Manuel Hernández "Manuel". A man who has obtained in Cuba the National Prize for Humor and the National Prize for Journalism. He has been recognized with the Pablo Picasso Medal granted by the World Council of UNESCO, in addition to many other prizes and distinctions, both national and foreign. Even from 1980 to 1990 he was included among the 100 most important cartoonists in the world.
Personally, I have the honor of being your friend. We lived five blocks away in the city of Matanzas when I started in humor and visiting him always made me nervous, because I already saw him as an idol.
He belonged to the humorous publication Dedeté (a supplement that in 1985 won the prize for the best satirical publication in the world, at the annual event held in Lucca, Italy), where I began to collaborate with my texts and even made a caricature for him. group to my group "The Sign of Humor".
In short, countless reasons to interview him and to honor us with his presence in Humor Sapiens. But above all, I want him to take this as a gift, as my modest tribute, for celebrating his 80th birthday in 2023.
I must confess that connecting with Manuel is not easy. But I am lucky that a great friend of his, who has even curated his personal exhibitions, is also a brother to me, Mr. Moisés Rodríguez, an illustrious member of my beloved Seña del Humor, who made this "dialogue" possible. ”. Thanks, Moses!
Having said all of the above, let's start...
PP: My dear Manuel, no one doubts that you went down in the history of Cuban graphic humor a while ago. The question is: how have you managed your ego? Do you have a clear idea of what that boy born in a province of an underdeveloped island in the Caribbean has achieved? How does your renowned and award-winning personal story make you feel?
MANUEL: It's like an unthinkable dream. Leaving magically from a Creole hut and reaching a printed medium where thousands of unknown people find out about you, how one sees the world that surrounds you everywhere, is a dialogue that points to the most universal values of the human being; that impact has had me trapped until today. I understand that if Miguel Ángel had imagined the future transcendence of his work through mass reproductions, surely he would have felt that miracle that multiple-scale reproductions in books mean, and so many graphic appropriations. In short, seeing one's work multiplied, within the reach of countless people, produces an intimate enjoyment that has seduced me to this day and is like a mystery that secretly continues to challenge me and feed my ego.
PP: I guess. But I'm going to tell you something, that inner enjoyment is greater when your work reaches a vast audience due to its quality, as is your case. Because I don't think the same thing happens with the authors of lousy works, which are reproduced on a large scale, like reggaeton for example, for reasons unrelated to quality. That's why I think I understand well what you feel. But let's stop at your work. Tell me, how has the evolution been in terms of form and content, between the rookie Manuel and this prestigious professional who is Manuel today.
MANUEL: Obviously, the study and the growing self-evaluative experience of my own work has been enriching, calibrating, purifying and, above all, becoming more like myself; constantly dissatisfied, in permanent confrontational dialogue with myself and others, in perennial self-improvement.
PP: Good answer, because that way is the best if you want to evolve. Let me ask you a more theoretical question. For you, is graphic humor an "umbrella" that covers the caricature, the personal caricature, the comic strip, the comic strip, the editorial cartoon, etc., or do all these concepts run on different paths?
MANUEL: I have never disdained the weapons and resources of all kinds available to graphic humor, with a preference for satirical irony, but careful not to be too aggressive or offensive with the allusive "victim". Synthetic and suggestive in the order of design, with few contextual elements and a single detonating text. A certain art critic said that what interested him most in my caricatures was “what I did not say, but suggested”. But what interests me the most is the intention, beyond what appears drawn on the graph, apart from the second or more reflective readings.
PP: I see that you appreciate all the ways to channel your humor and that you give greater relevance to the intentions of your content. Don't limit yourself. And since I mentioned that word, a fashionable question: does humor have limits?
MANUEL: I don't know. And if it has limits, they are the ones that one imposes on oneself.
PP: Yes, you are referring to self-censorship and we agree, but I am of the opinion that there are external limits to the creator, such as those imposed by an authoritarian government, a media outlet for certain interests, or political correctness if it has power. , etc. Anyway, there is no time and space to debate, let's leave that pending for when we meet again. But I would like to know how you see the state of Cuban graphic humor at the moment. Compare it with the time of your Dedeté.
MANUEL: Humor is an intellectual product and it adjusts and recycles its referents and contexts of each era and its conditioning, in tune with the demands of each moment and the resources available for that purpose.
PP: Excellent answer for when you don't want to get into comparisons, ha ha. Alright. Tell us then, what would you like to do in the field of humor, that you haven't done yet?
MANUEL: Let others do what they want with my work, as long as they respect the purity of my intentions with artistic dignity.
PP: And they give you credit, I would add, right? Well, do you want to tell us an anecdote related to your career in humor?
MANUEL: One day a journalist asked me that people said that my drawing looked like Modigliani, Víctor Manuel, Picasso... who do you want to look like? And I answered: "Al Guayabero" (*)
(*) Faustino Oramas Osorio, «el Guayabero», was a Cuban singer, tres player and composer. A popular troubadour, he is recognized as "Cuba's greatest minstrel" and achieved fame as "the king of double meanings for his ability and grace to weave together complex sung stories in which humor and mischief are displayed (My note).
PP: Ha ha, I loved it. In addition, the Guayabero was a humorist and is also part of your work. I would say that it could be that the two souls of your work are those classics of the visual arts and that popular humor. Well, my friend, to close, can you think of a question that you wish I had asked you? If so, can you answer it now?
MANUEL: No. Just saying that humor should always be to help others, not destroy them, that it be an accompaniment of the best values of the human being. I am an enemy of humor that denigrates the human being.
PP: Totally agree with you. It doesn't matter if you do satire or white humor, criticism, children's humor or ironic mockery, the essential thing is to value and respect the human being and not outrage, humiliate.
Thank you with all my heart for your time, Manuel.
MANUEL: Good luck in your endeavors, Pelayo. Greetings, colleague!
PP: I wish you good health and that your successes and recognitions continue. A hug!
(This text has been translated into English by Google Translate)