Hace tiempo los duelos de ridículo eran prácticas establecidas entre los esquimales de Groenlandia.
En lugar de recurrir a la violencia física para solucionar sus desacuerdos, en un lugar público y ante los ojos de la comunidad tribal reunida, los participantes se burlaban el uno del otro con acompañamientos de tambores y a menuda recitando ridículas canciones que tenía la tribu para ese propósito. Los espectadores se divertían mucho y expresaban su apreciación con grandes risas. Eso encuentros se tomaban muy en serio.