«Hay cuestiones delicadas para la gente aquí en Jordania, así como cuestiones insuperables. Si intentas seguir ese camino, tendrás grandes problemas. A veces piensas que estás en terreno neutral, pero, sin saberlo, está relacionado con otros temas y por eso siempre hay que tener mucho cuidado». Habla así el dibujante jordano Osama Hajjaj, un artista que ya ha conocido las mazmorras de la policía nacional, incluido su hermano que fue detenido en 2020 por dibujar una caricatura contra el acuerdo entre los Emiratos Árabes Unidos e Israel (un árabe sucio con excrementos de los israelíes paloma de la paz - acusación: "insulto a una nación árabe"). Protegiéndose de la pandemia de Covid19, el gobierno jordano cerró periódicos, interrogó a periodistas y prohibió las caricaturas.
Jordania, a pesar de su historia milenaria, ha sido siempre un territorio subyugado por otros imperios hasta su independencia en 1946, lo que no le impide (o por ello) tener una cultura local ligada al humor: «En mi comunidad la cultura hay mucha de chistes, viejas historias divertidas contadas por los abuelos, así como de teatro y libros de humor. De hecho, la sociedad jordana está llena de situaciones divertidas y tradiciones carnavalescas o humorísticas. Como somos un país que apoya a los pueblos hermanos, tenemos una gran diversidad de sentidos del humor vinculados a los palestinos puros, palestinos-jordanos, jordanos puros, sirios, beduinos, beduinos modernos. Para todos ellos, lo más importante no es el ambiente internacional, sino el lugar, porque simula sus vidas, sus necesidades».
Sin embargo, a pesar de ser uno de los países más seguros y pacíficos de la región para los extranjeros, en el ámbito del humor existen temas tabú: «… sí, la Corona Real, gobierno, sexualidad, religión…». En otras palabras, ¿qué temas quedan? «No, no hay que reírse de las tradiciones ancestrales, sobre todo porque aquí conviven muchas costumbres y tradiciones. Entonces, para mi salvaguarda, es mejor estar en la ola más cosmopolita, siguiendo las tendencias de la época. Como dibujantes, debemos abordar todos los problemas mundiales para generar cambios. Se deben abordar todos los problemas mundiales. Es importante ser reconocido internacionalmente y no estar confinado o aislado, para ser popular en los festivales internacionales. Actualmente la caricatura no es mi principal fuente de ingresos, también trabajo como diseñador gráfico para televisión, para sitios web. Pero no renuncio al humor porque creo que puede cambiar el mundo, puede transformar a las personas para que sean más tolerantes entre sí. Desafortunadamente, también puede suceder lo contrario. Cómo se puede usar este arte depende del propio pensamiento del artista, porque es como un arma: puede ser un enemigo, un saboteador y dirigido agresivamente... O puede ser una herramienta para hacer la paz, la tolerancia y el cambio. El objetivo del dibujante es transmitir un mensaje crítico a través de la risa. Sin humor, el mundo es sombrío. Y no olvidemos que el dibujante es la voz del Pueblo».
Humores del mundo - Islam
La idea generalizada en la sociedad contemporánea sobre la relación del Islam con el humor es la de la intolerancia total, ya que la abrumadora noticia del fundamentalismo nos invade con amenazas de muftis, fatwas contra la libertad de expresión, atentados terroristas, asesinatos de humoristas… sin embargo hay muchos otros musulmanes que argumentan que hay humor en la comunidad islámica, lo cual fue bien considerado por el Profeta.
El Corán es esencialmente una guía de comportamiento que buscaba consolidar en una sola civilización, múltiples tribus antagónicas, con diferentes costumbres, dándoles una estructura social. Como ocurre con todas las reglas de etiqueta social, cualquier cosa que salga de la contención está mal vista. El Corán condena la risa, pero acepta la sonrisa, desalienta la mentira como un artificio cómico, pero aconseja la alegría, el humor (preferiblemente privado, dentro de la familia) como descompresión. Incluso dice que sonreír a los demás es un acto de compasión y Mohammed tenía en su círculo de compañeros una especie de bufón para energizar momentos de risa terapéutica. Al mismo Profeta le gustaba decir dichos del espíritu, la mejor forma de comunicación directa y relajada. Lo que no es correcto, en el Islam, es reír exageradamente (como todo en la vida), ni insultar a nadie con lo grotesco, lo burlesco (es decir, ni los “infieles”, ni los que tienen otras opiniones religiosas y políticas…) .
El Dios de los musulmanes es el mismo que los judíos (El que tiene humor y lo manifiesta en sus libros sagrados); el de los cristianos (que envía a su hijo como símbolo de amor y perdón) y si en el "Antiguo Testamento" es un Dios enojado y castigador, cuando llega al Corán es "El Misericordioso", "El Clemente" , "La Fuente de la Paz", «El Perdonador», «El Justo», «El Compasivo»… es decir, no es un Dios contra el humor. Pero los hombres que no están seguros de su fe, de la fuerza de su comunidad, sí lo están. Uno de los argumentos fundamentalistas es derogado de sus "enemigos", es decir, denuncian la fragilidad del cristianismo por haberse dejado profanar, permitir ridiculizar su fe, reírse de sus creencias, permitir que las iglesias se transformen en teatros, discotecas, bares… Quitar la naturaleza sagrada de algo es ganar control sobre él.
La comunidad necesita tener una fuerte emoción en torno a lo sagrado, el culto, las tradiciones, por lo que se le permite reírse de la sociedad islámica, pero no de la religión y la cultura. Tampoco es una cuestión de tabú, porque sostienen que hay total libertad de pensamiento y expresión, salvo lo que no se puede mencionar, los no temas, lo que está por encima del Hombre, a saber, la religión, sus costumbres, tradiciones. Sin embargo, es normal encontrar musulmanes riéndose de la religión (de Alá a pesar de sus nombres judíos o cristianos), riéndose de las costumbres religiosas (que, a pesar de ser ajenas, siguen siendo religiosas)… pocas inconsistencias humorísticas y religiosas.
Como todas las religiones, el Islam no es una corriente única y unificada, con varios grupos, varias sectas, varias interpretaciones del Libro único. Entre ellos encontraremos un grupo en el que no solo se permite, sino que se cultiva el humor, utilizado como herramienta pedagógica, como fórmula de oración para que el mejor creyente se encuentre a sí mismo, pero esto lo desarrollaremos en otro artículo.
