Homenaje póstumo: Antonio Guarene de Italia

Escenógrafo, dibujante y uno de los principales expertos en artes gráficas internacionales. Tenía 87 años. Ha sido protagonista de más de 50 años de vida en Asti.
Escenógrafo, dibujante y uno de los principales expertos en artes gráficas internacionales. Tenía 87 años. Ha sido protagonista de más de 50 años de vida en Asti.
Nacido en Palermo, Lando Buzzanca debutó en 1961 en Divorcio a la italiana, de Pietro Germi. El éxito le llegó con El mirlo macho (1971), una comedia bien sexy de estilo italiano, dirigida por Pasquale Festa Campanile.
En 1983 se acerca al espectáculo como animador turístico, actuando en sus primeros espectáculos de comedia. En 1984 se vio envuelto en un grave accidente automovilístico que lo obligó a someterse a varias cirugías, con pérdida parcial de la visión en un ojo.
Se puede bromear sobre todo… pero, lamentablemente, no con cualquiera
En esta ocasión decidí “dialocar” con alguien que admiro mucho. Tuve el honor de entrevistarla en el año 2017 para este mismo sitio, porque ya era una destacada figura dentro del humor gráfico mundial. En el 2018 obtiene el Gran Premio del World Press Cartoon y su obra repercute aún más y hasta el día de hoy no para de coleccionar galardones internacionales.
El año pasado tuve la oportunidad de que aceptara participar en mi serie de videos-documentales sobre teoría del humor, “El bufón ilustrado”, aportando sus experiencias, opiniones y conocimientos.
Ahora, una vez más, la amabilísima Marilena Nardi aceptó conversar para esta página.
Fue una de las actrices más queridas de Italia, con decenas de películas para cine y televisión en las que pasó de la comedia más puramente “all'italiana” al cine intelectual como musa de Antonioni.
El actor, comediante, cantante artista de cabaret, doblador e imitador italiano Gianfranco D'Angelo nació el 19 de agosto de 1936 en esta capital donde desarrolló su carrera profesional de más de medio siglo en teatro, cine y televisión.
PP: ¿Le gusta que le hagan entrevistas?
MARILENA NARDI: Dipende dalle domande e dal tempo a disposizione. A volte sì, perché mi ritrovo a ragionare sul mio lavoro, ma esaminandolo sotto una luce diversa. A volte no, per esempio quando mi rivolgono domande insulse sul perché ci siano poche donne umoriste.