Así lo comprobó una investigación realizada por los psicólogos Bárbara Fraley y Arthur Aaron, de la Universidad Estatal de Nueva York.
En su experimento, los psicoterapeutas solicitaron a diversas parejas que no se conocían entre sí, que participaran en una actividad determinada. En algunas ocasiones, el ejercicio se trataba de una tarea divertida que les haría reír juntos.
Posteriormente, los psicólogos pidieron a cada uno de los participantes que evaluara a su compañero de experimento. Así, encontraron que las personas que rieron con su pareja desconocida se sintieron más cercanas y más atraídas hacia ella. (Con información de Agencias).
Según Eduardo Jáuregui, profesor de Psicología Social en la Saint Louis University (EUA), y cofundador de la consultora de formación Humor Positivo: “El amor y el humor son una pareja, de hecho, las personas a las que más queremos son las mismas con las que más reímos, y a la inversa. Cuando hay intimidad y confianza es cuando podemos quitarnos la máscara de seriedad que nos ponemos en el trabajo o en la calle, y entonces hacemos o decimos tonterías y nos tomamos el pelo mutuamente”, afirma el terapeuta.
“Reír une y atrae a las personas y, al mismo tiempo, reduce las tensiones entre ellas. En la formación de las parejas románticas, el ‘tonteo’ es la estrategia básica de acercamiento, cuando ya están establecidas, el humor y el juego ayudan a mantener la chispa en la relación y reducir las tensiones. Es que la risa es la distancia más corta entre dos personas”, indica Jáuregui.
"Crear, pensar y vivir con humor".