
Galicia, histórica región española ubicada en el noroeste de la Península Ibérica y dotada de una personalidad cultural muy marcada y de un idioma propio –el gallego– que dieron lugar a un pujante movimiento galleguista o nacionalista, cuenta hoy con una sobresaliente pléyade de narradores orales o monologuistas que beben en muchos casos de la rica literatura popular de tradición oral de la región, particularmente de la del cuento de humor. O con humor. Porque el cuento tradicional gallego, aunque no sea específicamente humorístico, casi siempre tiene humor, ya que el humor es una de las características principales de la idiosincrasia gallega, según suelen subrayar antropólogos y sociólogos.
Esa sobresaliente pléyade de narradores orales o monologuistas actuales –Quico Cadaval, Cándido Pazó, Carlos Blanco, Paula Carballeira, Avelino González, Manuel Manquiña, Luís Zahera, Rober Bodegas, Miguel Lago, Luís Piedrahita…– son continuadores en buena medida de los considerados primeros cuentacuentos modernos gallegos, herederos directos –a su vez– de tantos paisanos anónimos que transmitieron esos cuentos de generación en generación al calor de la “lareira” (lugar donde se hacía el fuego en la cocina tradicional gallega) o en la taberna o la barbería, y que consiguieron individualizarse –si no profesionalizarse– a lo largo del siglo XX, gracias al desarrollo de la radio y de la industria del disco (y luego del casete). Ellos fueron los primeros humoristas gallegos reconocibles, aunque en la época no se les llamara así (eran llamados “cuentistas”). La televisión, sin embargo, les resultó un medio ajeno, por razones obvias: la televisión pública española no nació hasta 1956 (y en cualquier caso no prestaba atención a humoristas “locales” que no hacían carrera en Madrid). Por su parte, la televisión pública gallega apareció en 1985, demasiado tarde para todos ellos, excepto para Farruco, que sí le sacó provecho, aunque su popularidad se cimentó más bien en la radio, el disco/casete y las actuaciones en directo en romerías y fiestas populares.
Esos primeros cuentacuentos modernos constituyeron una cadena cuyo primer eslabón fue José Rodríguez de Vicente, Joselín (1995-1958), a partir de los años 20, y el último Xosé Luís Bernal López, Farruco (1942), que se inició en los años 70. En medio, Xosé Mosquera Pérez, O Vello dos Contos (1895-1965); Francisco Calvo Guerra, Xan das Canicas (1926-2000): y Carlos Díaz Gestal, O Xestal (1933-1993). En realidad, todo empezó con Joselín y O Vello dos Contos, pues fueron contemporáneos (los dos nacieron en 1895 y comenzaron en la radio en 1932-1933, uno en Galicia –O Vello dos Contos– y el otro –Joselín– en Argentina, a donde había emigrado). Además, Joselín fue el primero en grabar un disco con sus cuentos, en 1929. Los dos crearon una escuela que continuaron después los otros tres.
Esta primera fase del cuentacuentos gallego moderno se cerró, efectivamente, con Farruco, quien se ha retirado definitivamente de los escenarios hace poco, después de 50 años de profesión. Con este motivo, el pasado 4 de febrero recibió en el Salón Teatro de Santiago de Compostela (A Coruña) un merecido homenaje por parte de la práctica totalidad de los cómicos gallegos de hoy. También en los últimos años se ha recuperado la figura de la mayoría de sus antecesores. Respecto a Joselín, en 2014 se publicó un libro disco –con un ensayo contextual de Laura Tato– que recoge los 23 cuentos que grabó y en 2016 se estrenó un espectáculo teatral basado en el libro y protagonizado por los contadores Quico Cadaval, Celso Fernández Sanmartín y Jose Luis Gutiérrez, Guti. En cuanto a O Vello dos Contos, en 1995 se inauguró un busto de bronce suyo en Santiago de Compostela y en 2012 y 2016 se descubrieron sendas placas en su honor en dicho municipio. En referencia a O Xestal, en 2013, Xohán Xabier Baldomir Cabanas publicó un libro con los 83 relatos de su discografía; en 2023 Cándido Pazó escribió y dirigió un espectáculo teatral sobre él, interpretado por Avelino González; y ese mismo año el Ayuntamiento de Carballo (A Coruña) celebró el Año de o Xestal con diversas actividades.
Si con Joselín –y gracias a la radio y a la industria del disco– empezó la individualización de los cuentistas, la profesionalización efectiva no tendría lugar hasta Farruco, como confesó en su día O Xestal en un debate en Radio Nacional de España sobre el humor gallego: “Desde que Farruco llegó a los escenarios, por fin empezamos a ganar algún dinero, porque antes estábamos solo por la manutención”. Es decir, no cobraban nada, únicamente comían gratis.
Cada uno con sus particularidades, estos cinco humoristas crearon un personaje parecido –un gallego de aldea, bueno y de pocas letras, pero con mucha sabiduría– que cuenta cuentos mayoritariamente en primera persona y todos con características propias de la literatura tradicional: apelaciones continuas al público, interrogaciones retóricas con las que se adelantan a las posibles dudas de los oyentes, exclamaciones, reticencias, repeticiones… Cando utilizan el diálogo directo, los diferentes registros de voz consiguen aumentar la hilaridad de la historia. La temática abarca desde el simple chiste de todos los tiempos y lugares adaptado a la cultura gallega o la hipérbole llevada al extremo máximo al relato de anécdotas y tipos característicos de la sociedad rural galega (marineros, beatas, labriegos, borrachos…). Como expertos narradores, estos humoristas –porque, al cabo, eso es lo que eran– sabían que un buen conto es aquel en el que el final brilla como una piedra preciosa, y así, en general, procuran la gran carcajada con la frase que cierra la historia. A todos estos recursos estilíticos hay que sumar una serie de características lingüísticas propias del lenguaje popular del gallego del rural, especialmente de los años en que ellos estuvieron en activo, lleno de popularismos y vulgarismos. Encontramos así fenómenos de elisión o alteración vocálica y de adición o sustración fonética. Respecto a la adición, tenemos prótesis (adición de un fonema, fundamentalmente vocálico, al principio de una palabra), epéntesis (en el interior) y paragoxe (al final). En cuanto a la sustración, aféresis (pérdida de un fonema, fundamentalmente vocálico, al principio de una palabra), síncope (en el interior) y apócope (al final). Otros fenómenos del habla popular propios de estos cuentos son: rotacismo, simplificacion de grupos consonánticos cultos, seseo, gheada (pronunciación aspirada del fonema /g/), castelanismos, dialectalismos, contracciones, pronombre de solidaridad (forma del pronombre personal átono de segunda persona que se usa cuando se quiere implicar afectivamente al interlocutor en lo que estamos diciendo) y fraseología típica.
Joselín
José Rodríguez de Vicente, conocido artísticamente como Joselín, nació en Vigo en 1895. Vinculado desde 1918 a las Irmandades da Fala (la primera organización galleguista que se declaró abiertamente nacionalista), colaboró sin embargo con los dos dictadores que tuvo España en el siglo XX: Miguel Primo de Rivera –quien lo nombró alcalde de Baiona (Pontevedra) en 1927– y Francisco Franco. Ambos lo condecoraron por sus servicios a España.
Desde comienzos de la década de 1920, se dedicó al teatro, sobre todo escribiendo e interpretando los contos de Joselín. Castelao (máxima figura del galleguismo) lo tenía en mucha consideración, de forma que llegó a realizar una adaptación teatral de O ollo de vidro para un artista solo que sería el propio Joselín. En 1929 realizó en Ourense las primeras grabaciones de los cuentos de Joselín para la casa Regal: tres discos de 78 rpm con dos cuentos cada uno. En 1930 grabó doce nuevos cuntos para Odeón y en 1931 seis más para La Voz de su Amo, completando los 23 con los que contamos en la actualidad.
En 1932 creó la compañía “Espectáculos Joselín” con la actriz y escritora uruguaya Florencia M. Marques para representar comedias en español en América, pero sin el éxito esperado. Los que sí tuvieron mucho éxito fueron sus discos, que le abrieron las puertas de la radio argentina, desde 1933 hasta los inicios de los años 50, con gran respuesta popular. Se incorporó de lleno a la vida de la colonia gallega en Buenos Aires, presidiendo la agrupación de Baiona que él mismo había fundado en 1928, que pasó a llamarse Centro Social Valle Miñor, para el que creó la revista Miñor. En 1936, la Sociedad Española de Beneficencia del Hospital Español lo contrató para dirigir la revista España, a cuyo frente permaneció hasta su jubilación, en 1956.
En 1952 volvió a Madrid con una licencia de la Sociedad Española de Beneficencia por motivos de salud. En la capital de España trabajó como asesor literario y documentalista para Suevia Films, la productora de cine del también gallego Cesáreo González. Antes de regresar a Buenos Aires, en 1954 grabó una selección de doce cuentos de su repertorio para Columbia –en microsurco de 45 rpm–, porque sus grabaciones seguían siendo demandadas por los oyentes de la radio, pero los másteres de 1929-1931 estaban deteriorados y ya no se podían hacer reimpresiones.
Acabada la licencia de la Sociedad Española de Beneficencia, en 1955, a los 60 años, regresó a Buenos Aires para incorporarse a su antiguo puesto en la revista España. Se jubiló al año siguiente, pero tuvo que seguir trabajando como comercial debido a sus limitaciones económicas. Falleció en la capital argentina en 1958.
O Vello dos Contos
Xosé Mosquera Pérez, más conocido como O Vello dos Contos, nació en 1895 en San Xulián do Carballal, entonces parroquia del Ayuntamiento de A Enfesta y hoy del de Santiago de Compostela (A Coruña). En los años 20 del siglo pasado fue director del grupo de teatro “Cativezas”. Entre 1932 e 1936, antes da Guerra Civil, popularizó en la emisora santiaguesa Unión Radio Galicia el personaje de O Vello dos Contos, el primero realmente popular de la radiodifusión gallega. (Joselín actuó en la radio argentina y, en cualquier caso, empezó unos meses después).
Miembro de las Irmandades da Fala y del Partido Galeguista, participó activamente en la campaña a favor del Estatuto de Autonomía de Galicia de 1936, pero ese mismo año abandonó el segundo para unirse a la Dereita Galeguista de Vicente Risco en desacuerdo con la alianza del Partido Galeguista con las izquierdas españolas en el Frente Popular.
Después de la Guerra Civil, en los años 50, fue cofundador de la Editorial Galaxia –máximo exponente del galleguismo cultural de la época (el político estaba prohibido por la dictadura de Franco) y del Patronato de la Fundación Rosalía de Castro y promotor de la Casa Museo de la famosa escritora en Padrón (A Coruña). Murió en Santiago de Compostela en 1965, a los 70 años.
Xan das Canicas
Francisco Calvo Guerra, más conocido como Xan das Canicas, nació en Pontevedra en 1926. Sus padres eran pasteleros, oficio que él aprendió pero no llegó a continuar. Montó una compañía de teatro con la que se hizo famoso como artista, pero se arruinó como empresario. Con el músico César Dios Rodríguez, Diosiño, y su compañía participó en varias giras monumentales por Sudamérica, donde fueron especialmente festejados por la emigración. Los dos fueron decisivos para la construcción del Centro de Galicia de Montevideo (Uruguay).
Durante 25 años tuvo un programa en La Voz de Vigo (Pontevedra), actualmente Radio Nacional, onde largaba sus historias humorísticas. Gravó dos LP con sus historias: Novos contos galegos (1969, con cinco cuentos) y Contos e poemas (1979, con siete). En 1975 se editó otro LP con seis historias del famoso actor madrileño Tony Leblanc y dos de él. Además, ese mismo año salió otro LP de música folclórica gallega que incluía uno de sus relatos.
Persona altamente solidaria, fue promotor e colaborador de importantes campañas y festivais benéficos de ayuda a los más necesitados. Este desvelo hacia los demás le valió múltiples reconocimientos, como la Medalla de Bronce de Galicia en 1996 y la Cruz de Oro de la Solidariedad Social en 1997. Murió en Pontevedra en 2000, a los 74 años.
O Xestal
Carlos Díaz Gestal, más conocido como O Xestal, nació en A Coruña en 1933. Su actividad como contador de cuentos, muchos de ellos registrados en grabaciones discográficas, le otorgó una gran popularidad en la Galicia de los años 60 y 70, sobre todo entre los gallegos emigrados. Posiblemente fue el autor no musical que más discos editó en España –debió de pasar de los 20–, pero no hizo dinero, a pesar de que vendió mucho. Su primer disco fue Cuentos Gallegos. Narrador O Xestal (1962). Llegó a grabar discos en exclusiva para Venezuela y Argentina.
También triunfó en la radio, en el programa “Desfile de Estrellas” (Radio Nacional de España) y en los últimos años de su vida fue también colaborador de Antena 3 Bergantiños, precursora de la actual Radio Voz. La importancia reivindicativa de sus textos, que lo alejan del papel de “pailán” (rústico) con el que a menudo se identifican hoy los humoristas gallegos que desarrollaron su trayectoria durante el franquismo.
Paralelamente a su carrera de humorista, colaboró y formó parte de numerosos coros y agrupaciones folclóricas, fundando una de ellas, Aires de Bergantiños. Fue un recuperador del folclore gallego y lo quiso dignificar en un tiempo muy difícil. Entre otros temas, recuperó la “Marcha del antigo Reino de Galicia”, que incluyó en un disco de 1968, lo que fomentó que empezara a ser utilizada en actos institucionales. Por su condición de homosexual fue represaliado por el franquismo.
Los últimos años de su vida se radicó en una parroquia rural del municipio coruñés de Carballo, en la comarca de Bergantiños. Su vinculación con la zona hizo que participase activamente en las luchas contra la privatización de la playa y la laguna de Baldaio. Murió en A Coruña en 1993, a los 59 años.
Farruco
Xosé Luís Bernal López, más conocido como Farruco por su popular personaje, nació en Santiago de Compostela (A Coruña) en 1942. Comenzó su carrera artística en los años 70, contando sus cuentos en la radio (medio en el que colaboraría siempre, aunque de forma intermitente) y en romerías y fiestas populares.
Grabó dos discos/casetes y un casete (Caralladas, 1983; Farrucadas, 1986; e Trapalladas, 1992) que le otorgaron una gran popularidad entre la emigración gallega, ante la que actuaría muchas veces, tanto en Europa como en América. A partir de 1985, cuando se fundó la televisión pública gallega, interpretó su personaje de Farruco también en este nuevo medio, donde trabajó incluso como presentador. Además actuó –con papeles cómicos ajenos a Farruco y hasta dramáticos– en el cine y en algunos canales estatales de televisión. En la actualidad está retirado del mundo de la interpretación.
Joselín, O Vello dos Contos, Xan das Canicas, O Xestal y Farruco. Los primeros humoristas reconocibles gallegos, gracias a su difusión –a partir de los años 20 del siglo pasado– a través de la radio y de la industria del disco y del casete. Cinco eslabones de una cadena que une a los contadores de cuentos de o con humor de transmisión oral, cuya tradición se pierde en la noche de los tiempos, con los actuales cuentacuentos, monologuistas y humoristas gallegos que llenas teatros y auditorios.

Joselín

O vello-dos-contos

Xan das Canicas

O xestal

Farruco
The First Galician Humorists
By Félix Caballero
Galicia, the historic Spanish region located in the northwest of the Iberian Peninsula, endowed with a strong cultural identity and its own language – Galician – that gave rise to a thriving Galicianist or nationalist movement, today boasts an outstanding group of oral storytellers or monologists, who in many cases draw from the region’s rich oral folk literature, particularly from humorous tales. Or tales with humor. Because the traditional Galician tale, even if not specifically humorous, almost always contains humor, since humor is one of the main traits of Galician idiosyncrasy, as anthropologists and sociologists often point out.
This remarkable group of present-day oral storytellers or monologists – Quico Cadaval, Cándido Pazó, Carlos Blanco, Paula Carballeira, Avelino González, Manuel Manquiña, Luís Zahera, Rober Bodegas, Miguel Lago, Luís Piedrahita… – are, to a large extent, continuators of what are considered the first modern Galician storytellers, themselves direct heirs of countless anonymous countryfolk who passed down those tales from generation to generation around the lareira (the place where the fire was lit in the traditional Galician kitchen), or in taverns and barbershops, and who managed to distinguish themselves – if not professionalize – throughout the 20th century, thanks to the development of radio and the record industry (and later cassette tapes). They were the first recognizable Galician humorists, even if they were not called that at the time (they were called “cuentistas,” or storytellers). Television, however, was foreign to them for obvious reasons: Spanish public television was not born until 1956 (and in any case paid no attention to “local” humorists who did not pursue a career in Madrid). For its part, Galician public television appeared in 1985, too late for all of them except Farruco, who did make some use of it, although his popularity was built mainly through radio, records/cassettes, and live performances at pilgrimages and village festivals.
These first modern storytellers formed a chain whose first link was José Rodríguez de Vicente, Joselín (1895–1958), starting in the 1920s, and the last Xosé Luís Bernal López, Farruco (1942), who began in the 1970s. In between came Xosé Mosquera Pérez, O Vello dos Contos (1895–1965); Francisco Calvo Guerra, Xan das Canicas (1926–2000); and Carlos Díaz Gestal, O Xestal (1933–1993). In fact, it all began with Joselín and O Vello dos Contos, who were contemporaries (both born in 1895 and beginning on the radio in 1932–1933, one in Galicia – O Vello dos Contos – and the other – Joselín – in Argentina, where he had emigrated). Moreover, Joselín was the first to record a disc with his stories, in 1929. The two created a school that the other three would later continue.
This first phase of modern Galician storytelling indeed came to a close with Farruco, who retired from the stage only recently, after 50 years of professional work. On this occasion, last February 4 he received a well-deserved tribute at the Salón Teatro in Santiago de Compostela (A Coruña) from practically all Galician comedians of today. In recent years, most of his predecessors’ figures have also been revisited. Concerning Joselín, in 2014 a book-disc was published – with a contextual essay by Laura Tato – compiling the 23 tales he recorded, and in 2016 a theatrical performance based on the book premiered, starring storytellers Quico Cadaval, Celso Fernández Sanmartín, and Jose Luis Gutiérrez (Guti). As for O Vello dos Contos, in 1995 a bronze bust of him was unveiled in Santiago de Compostela, and in 2012 and 2016 two commemorative plaques were placed in his honor in the city. Regarding O Xestal, in 2013 Xohán Xabier Baldomir Cabanas published a book with the 83 stories from his discography; in 2023 Cándido Pazó wrote and directed a theatrical play about him, performed by Avelino González; and that same year the City Council of Carballo (A Coruña) celebrated the Year of O Xestal with various activities.
If with Joselín – and thanks to radio and the record industry – storytellers began to stand out as individuals, effective professionalization would not arrive until Farruco, as O Xestal once confessed in a debate on Galician humor on Spanish National Radio: “Since Farruco came onto the stage, at last we started to earn some money, because before we only got food.” That is, they earned nothing, only ate for free.
Each with his own particular style, these five humorists created a similar character – a villager from the countryside, kind and simple-minded, but very wise – who tells tales mostly in the first person and always with traits typical of traditional literature: constant appeals to the audience, rhetorical questions anticipating listeners’ possible doubts, exclamations, hesitations, repetitions… When they used direct dialogue, their shifts in voice registers increased the hilarity of the story. The themes ranged from simple jokes of all times and places, adapted to Galician culture, or hyperboles pushed to the extreme, to anecdotes and depictions of characteristic figures of rural Galician society (sailors, pious women, peasants, drunkards…). As expert storytellers, these humorists – because, in the end, that is what they were – knew that a good conto is one where the ending shines like a precious stone, and so, in general, they sought the great laugh with the closing line of the story.
To all these stylistic resources one must add a set of linguistic features typical of the popular speech of rural Galician, especially in the years they were active, full of popularisms and vulgarisms. Thus we find phenomena of elision or vowel alteration and of phonetic addition or subtraction. As for addition, there are prothesis (the addition of a sound, mainly a vowel, at the beginning of a word), epenthesis (insertion in the middle), and paragoge (at the end). As for subtraction, apheresis (loss of a sound, mainly a vowel, at the beginning of a word), syncope (in the middle), and apocope (at the end). Other features of popular speech typical of these tales include: rhotacism, simplification of cultured consonant clusters, seseo, gheada (aspirated pronunciation of the /g/ sound), Castilianisms, dialectalisms, contractions, solidarity pronouns (a form of the unstressed second-person pronoun used to involve the listener affectively in what is being said), and typical phraseology.
Joselín
José Rodríguez de Vicente, artistically known as Joselín, was born in Vigo in 1895. Linked since 1918 to the Irmandades da Fala (the first Galicianist organization that openly declared itself nationalist), he nonetheless collaborated with the two dictators Spain had in the 20th century: Miguel Primo de Rivera—who appointed him mayor of Baiona (Pontevedra) in 1927—and Francisco Franco. Both decorated him for his services to Spain.
From the early 1920s, he devoted himself to theater, mostly writing and performing Joselín’s tales. Castelao (the leading figure of Galicianism) held him in high regard, to the point of creating a theatrical adaptation of O ollo de vidro (The Glass Eye) as a solo performance for Joselín himself. In 1929, in Ourense, he made the first recordings of Joselín’s tales for Regal Records: three 78 rpm discs with two tales each. In 1930 he recorded twelve new tales for Odeón, and in 1931 six more for La Voz de su Amo, completing the 23 that we still have today.
In 1932 he founded the company “Espectáculos Joselín” with Uruguayan actress and writer Florencia M. Marques to stage comedies in Spanish across the Americas, though without the expected success. His records, however, were very successful and opened the doors of Argentine radio to him, where he was on air from 1933 until the early 1950s, receiving great popular acclaim. He became fully involved in the life of the Galician community in Buenos Aires, presiding over the Baiona association he himself had founded in 1928, which was renamed Centro Social Valle Miñor. For this institution he created the magazine Miñor. In 1936, the Spanish Benevolent Society of the Spanish Hospital hired him to direct the magazine España, a post he held until his retirement in 1956.
In 1952, he returned to Madrid on medical leave from the Benevolent Society. In the Spanish capital he worked as a literary advisor and archivist for Suevia Films, the film company of fellow Galician Cesáreo González. Before going back to Buenos Aires, in 1954 he recorded a selection of twelve tales from his repertoire for Columbia—on 45 rpm microgroove discs—because his recordings were still in demand among radio listeners, but the 1929–1931 masters were deteriorated and could no longer be reprinted.
Once his leave ended in 1955, at age 60, he returned to Buenos Aires to resume his former post at España magazine. He retired the following year, but due to financial constraints he had to continue working as a salesman. He died in the Argentine capital in 1958.
O Vello dos Contos
Xosé Mosquera Pérez, better known as O Vello dos Contos (“The Old Man of Tales”), was born in 1895 in San Xulián do Carballal, then a parish of the municipality of A Enfesta and today part of Santiago de Compostela (A Coruña). In the 1920s he directed the theater group Cativezas. Between 1932 and 1936, before the Civil War, he popularized on the Santiago station Unión Radio Galicia the character of O Vello dos Contos, the first truly popular figure of Galician broadcasting. (Joselín performed on Argentine radio and, in any case, began a few months later).
A member of the Irmandades da Fala and of the Partido Galeguista, he actively participated in the campaign in favor of the 1936 Statute of Autonomy of Galicia. That same year, however, he left the party to join Vicente Risco’s Dereita Galeguista, disagreeing with the alliance of the Partido Galeguista with the Spanish left within the Popular Front.
After the Civil War, in the 1950s, he co-founded Editorial Galaxia—the most prominent exponent of Galician cultural nationalism at the time (political nationalism being banned under Franco’s dictatorship)—as well as the board of the Rosalía de Castro Foundation, promoting the creation of the writer’s House-Museum in Padrón (A Coruña). He died in Santiago de Compostela in 1965, aged 70.
Xan das Canicas
Francisco Calvo Guerra, better known as Xan das Canicas (“Jack of the Marbles”), was born in Pontevedra in 1926. His parents were pastry chefs, a trade he learned but never pursued. He founded a theater company through which he became famous as an artist, though he went bankrupt as a businessman. Alongside musician César Dios Rodríguez (Diosiño) and his company, he embarked on several large tours across South America, where they were especially celebrated by the Galician diaspora. Both played a decisive role in the construction of the Centro de Galicia in Montevideo (Uruguay).
For 25 years he hosted a program on La Voz de Vigo (Pontevedra), today Radio Nacional, where he broadcast his humorous tales. He recorded two LPs with his stories: Novos contos galegos (1969, with five tales) and Contos e poemas (1979, with seven). In 1975 another LP was released featuring six stories by the famous Madrid actor Tony Leblanc and two by him. That same year another LP of Galician folk music included one of his stories.
A deeply charitable man, he promoted and collaborated in major campaigns and benefit festivals to help the needy. This dedication earned him multiple honors, including the Bronze Medal of Galicia in 1996 and the Golden Cross of Social Solidarity in 1997. He died in Pontevedra in 2000, at the age of 74.
O Xestal
Carlos Díaz Gestal, better known as O Xestal, was born in A Coruña in 1933. His career as a storyteller, many of whose performances were recorded on disc, earned him wide popularity in Galicia during the 1960s and 70s, especially among emigrant communities. He was likely the non-musical artist who released the most records in Spain—probably more than 20—yet he never made much money, despite strong sales. His first record was Cuentos Gallegos. Narrador O Xestal (1962). He even recorded exclusive albums for Venezuela and Argentina.
He also triumphed on radio, particularly in the program Desfile de Estrellas (Radio Nacional de España), and in his later years collaborated with Antena 3 Bergantiños, precursor of today’s Radio Voz. The social and cultural awareness of his texts set him apart from the rustic “pailán” stereotype often attributed to Galician humorists who developed their careers during the Franco regime.
Alongside his career as a humorist, he was an active member of numerous choirs and folk groups, even founding one himself, Aires de Bergantiños. He was committed to reviving and dignifying Galician folklore during a very difficult period. Among other contributions, he revived the “March of the Ancient Kingdom of Galicia,” which he included on a 1968 record, helping to reestablish its use in institutional ceremonies. Because of his homosexuality, he suffered persecution under Francoism.
In his later years he settled in a rural parish of Carballo, in the Bergantiños region of A Coruña. His close ties to the area led him to take part in struggles against the privatization of Baldaio beach and lagoon. He died in A Coruña in 1993, at the age of 59.
Farruco
Xosé Luís Bernal López, better known as Farruco after his popular character, was born in Santiago de Compostela (A Coruña) in 1942. He began his artistic career in the 1970s, telling his stories on the radio (a medium to which he would return intermittently throughout his career) and at pilgrimages and popular festivals.
He recorded two records/cassettes and one cassette (Caralladas, 1983; Farrucadas, 1986; and Trapalladas, 1992), which earned him great popularity among the Galician diaspora, for whom he often performed both in Europe and the Americas. Starting in 1985, with the launch of Galician public television, he also portrayed his character Farruco on this new medium, even working there as a presenter. He also acted—sometimes in comedic roles unrelated to Farruco, and even in dramatic ones—in cinema and on national television channels. Today he is retired from performance.
Joselín, O Vello dos Contos, Xan das Canicas, O Xestal, and Farruco: the first recognizable Galician humorists, thanks to their dissemination—starting in the 1920s—through radio and the record and cassette industries. Five links in a chain that connects the storytellers of humorous oral tradition, whose roots are lost in the mists of time, with today’s Galician storytellers, stand-up comedians, and humorists who fill theaters and auditoriums.
(This text has been translated into English by Chat GPT)