Entrevistas a humoristas

Entrevista a Sanmartín

PP: ¿Le gusta que le hagan entrevistas?

SANMARTIN: La verdad, no mucho, pero he aprendido que en algunos casos es necesario.

 

PP: En este año 2011, ¿cómo ve el estado actual del humor en el país donde vive, en televisión, radio, teatro, literatura y gráfica?

SANMARTIN: En mi opinión, en mi Perú el humor se presenta en los medios con diferentes niveles de producción y de calidad. Lo mejor lo apreciamos en la Gráfica y en la Radio, con variedad pero con diferentes niveles de calidad. En la Literatura la producción no es mucha, pero quienes escriben con humor lo hacen con un nivel más que aceptable. En el Teatro Peruano, el nivel promedio del Humor es regular, salvo puntuales y destacables casos de algunos humoristas que se iniciaron en la Televisión. Sin embargo destaco el humor que se hacía hace varias décadas con Pepe Vilar y hace más décadas atrás con Lucho Córdoba, según aprecié videos y audios de la época, eran unas Compañías de Comedias teatrales de altísimo nivel, fueron impresionantes. En la Televisión la producción es alta, pero salvo contadísimos casos, el nivel promedio de calidad de humor que se ofrece al televidente es de bajo.

 

PP: En varios países de América Latina se dice: "Mi país es un pueblo de humoristas", "en mi país, tú mueves una piedra y sale un humorista", etc. ¿En el país donde vive se dice lo mismo?

SANMARTIN: No, al menos no la he escuchado. Es más, me parece que en el Perú tenemos más piedras que humoristas. Aunque por supuesto, siempre existe esa natural chispa de humor en diferentes rincones del país; sin negar que existan y han existido muy buenos humoristas peruanos, gráficos sobre todo, y arequipeños en especial, pero no por eso apostamos a que producimos humoristas cual cantera natural, pero sí nos reímos bastante.

 

PP: ¿Es verdad la acuñada frase: "Es más fácil hacer llorar que hacer reír”?

SANMARTIN: Sí. Pero no tanto, a veces del mismo motivo que nos hace llorar sale una ocurrencia que nos hace reír, tanto así que terminamos llorando de risa.

 

PP: ¿Cuándo decidió hacerse humorista?

SANMARTIN: Hacía humor gráfico y caricaturas desde que tenía uso de razón, pero me convertí en profesional desde muy temprana edad saliendo del colegio. En mi caso no fue una opción predeterminada ya que estudiaba Arquitectura, especialidad a la que se suponía iba a ser mi mayor dedicación y fuente de mi economía, cuando en realidad se convirtió, paralelamente, en el apoyo y fuente formativa para desenvolverme en Diseñador Gráfico y en el Humor Gráfico.

 

PP: ¿El humorista nace o se hace?

SANMARTIN: Me parece que todos nacemos con la capacidad de reír como parte natural de nosotros mismos. Pero la capacidad de crear humor dependerá de las diferentes circunstancias que nos rodean, situaciones y vivencias, hasta de la alimentación. Y ello, sumado a ciertos talentos o habilidades como la oratoria, la gráfica, lo histriónico, lo audiovisual, etc., así como la capacidad de observación y síntesis, nos puede convertir en profesionales.

 

PP: ¿Cuál ha sido el mejor y el peor momento de su carrera hasta el día de hoy?

SANMARTIN: ¿El peor momento? No recuerdo bien. Han sido varios, incluso violentos por dibujar algunas cosas que a algunos chicos no les gustaba. Pero quizá el que más me indignó fue cuando una Sra. Mariella, Gerente de una empresa publicitaria, quiso apoderarse de mi personaje. Felizmente gané en la instancia oficial sobre Derechos de Autor pero, aún con ese aval, no seguí con el juicio civil ya que en esa época, primer gobierno de Alan García, reinaba la corrupción en todos los sectores de manera impresionante (solo que la magia de las grabaciones y videos no habían llegado al país). Y en esas condiciones llevaba las de perder. Obviamente el mejor momento para un humorista profesional es cuando comunicamos un mensaje logrando una buena gráfica que influye de manera importante en la sociedad, o cuando se ganan premios nacionales y/o internacionales con un buen trabajo gráfico. Pero para mí el mejor momento sigue siendo uno muy simple: mis hijos estaban pequeños y les había grabado un CD con música de los Beatles, y como carátula les dibujé, de frente con el primer trazo, la caricatura de cada uno de los componentes del grupo, y conforme iba avanzando veía como sus pequeños rostros se iban asombrando y riendo al identificar a cada personaje. Fue un grato momento, especial y familiar.

 

PP: Como profesional del humor, ¿se ríe fácil? ¿Con qué tipo de chistes?

SANMARTIN: Me encanta el humor inteligente, universal, de preferencia totalmente gráfico, sin texto. Me río con asombro, aunque a veces, según me dicen, no soy tan expresivo. Pero yo siento que río y disfruto igual.

 

PP: ¿Alguna anécdota relacionada con su profesión?

SANMARTIN: Mi amigo Augusto Ortiz de Zevallos, hizo una reunión para presentarnos a la que hoy es su esposa, Bernardette, una hermosa chica belga que no entendía ni hablaba nada de español. Entonces, para comunicarnos se me ocurrió buscar un lapicero y unas servilletas y entablamos una conversación por medio de signos y dibujos, con humor inclusive. Nos entendimos muy bien y esa noche fui una especie de intérprete gráfico entre ella y los demás. Fue divertidísimo.

 

PP: ¿Con cuáles colegas se identifica?

SANMARTIN: Quino, Mordillo, Chaplin, Baster Keaton, y también con el trabajo expresivo de Marcel Marceau.

 

PP: ¿Qué me aconseja a mí como humorista?

SANMARTIN: Sigue siendo tú, porque pasamos por épocas especiales en donde el humor ayuda a calmarnos para entender cosas y despejar angustias, y para ello necesitamos más Pelayos.

Entrevista a Pepe Sanmartín · Humor gráfico
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