Entrevista a Telo

Entrevista a Eleuterio González "Telo"

"Orgulloso de dedicarle mi vida al oficio de humorista"

Ver, escribirle o pensar en mi buen amigo Telo González es volver casi 40 años atrás. Me revive los primeros años de mi carrera en el teatro con mi grupo La Seña del humor de Matanzas. Él era miembro de La Leña del humor de Santa Clara primero, y después del grupo Sala-Manca en La Habana. Tengo el orgullo de decir que compartí escena muchas veces con él. Era (es y será) un especialista en monólogos. A mí me asombraba cada vez que estrenaba alguno y me convertí en su admirador total. Después publicó libros, escribió obras de enorme calidad y humor, ha trabajado en TV, radio, cine, ha hecho giras internacionales, creó un dúo con el gran Bringas, etcétera. Y –por lo menos para mí y para muchos-, ha pasado a la historia del humor cubano. Por tal motivo es un honor y un placerazo tenerlo ahora "dialogando" conmigo aquí... Ah, debo añadir que era un especialista en hacernos reír improvisando detrás del telón, cuando actuábamos juntos y esperábamos nuestros turno, en camerinos, en ensayos, reuniones de amigos, etcétera. Y lo más importante: es un ser humano excepcional. Pero pasemos al diálogo…

PELAYO: Amigo mío, ¿crees que el estilo y manera del humor que haces ahora, en cuanto a forma y contenido, es el mismo del Telo que comenzó? Explica tu respuesta (como hacen los profesores en los exámenes).

TELO: Pelayo, es una respuesta que te sabes pues casi me viste nacer en este mundo del humor, pero si aparte de ti, a alguien puede interesarle, te diré que las primeras cosas cuando comencé en mis años de estudiante universitario, fue más de lo que se veía en la TV o festivales de aficionados en los que participaba, parodias a la telenovela de turno o lo que hacían otros humoristas, ejemplo aquel parte meteorológico, ¿cuántas parodias a un parte meteorológico no has visto? Pues yo hice mi versión, así paso con poemas, skechts sobre programas de TV, etcétera. Nunca hice cuentos populares, no me salían, soy incoherente natural y adelanto el final comenzando el cuento, así que debía escribir lo que diría de memoria, en esto no he cambiado, pero sí cambió en el contenido de los textos que decía pues ingresé en el grupo La Leña, y sus integrantes provenían de carreras de lenguas y humanistas, liderados por El Pible, un intelectual con un desproporcionado sentido del humor, popular y letrado a la vez. Yo, con mi instrucción de estudiante de ingeniería industrial comencé a ser absorbido por toda aquella sapiencia y ambiente literario a la vez que sirvió de un taller donde arreglaba y enriquecía lo que fui escribiendo. Nos pasábamos los ejemplares de los clásicos de humor literario y disfruté muchas lecturas de Álvaro de la Iglesia, Jardiel Poncela, Aquiles Nasoa, Marx Twain, otros Marx humoristas como los textos de los Hermanos Marx o nuestro criollo Zumbado, en fin, lista larga, conversábamos sobre lo leído y fui perfilando, sin darme cuenta un gusto estético que hizo me introdujera en el círculo cultural de la ciudad de Santa Clara donde había una nueva generación de excelentes poetas, trovadores, escritores, etc. Definitivamente Pelayo, ese hecho marcó un antes y un después, en cuanto a contenido y forma, me refiero.

PELAYO: A mí me pasó algo similar, así que te entiendo. Sin embargo, desde que te hiciste conocer tuviste un sello propio, un estilo diferente a todos y eso no lo hace todo el mundo. Por ejemplo, hacías casi siempre un tipo de personaje extraordinariamente gracioso y tu humor siempre se basaba en absurdos, disparates, exageraciones. Según tengo entendido, aún mantienes vivo todo eso. Entonces quiero saber cómo ha sido las reacciones de los jóvenes que sólo están acostumbrados al humor de crítica contingente, o el stand up comedy, etcétera. (Yo creo saber la respuesta de nuevo, porque sé que te va muy bien, pero me interesa que te extiendas un poco en la teorización de este punto, porque es algo que les cuesta entender a la gente).

TELO: Nadie puede crearse un estilo si se lo pone de tarea, eso va saliendo, aunque siempre usé como forma de humor el absurdo, no fue como método pensado, buscaba un tema e iba tomando notas hasta conformar el texto, siempre releyendo y dejando lo que me parecía más gracioso. Así escribí: "El Artesano de las Güiras", "El Novelista", "El Paraguas"; o los sketch de "Tardes Grises": "Los Esperadores", "La Parada", "Pedruco", etc. Gracias a la intervención de Virulo, comienzo contratado en el Conjunto de Espectáculos y entro al grupo Sala-Manca quienes eran graduados de actuación en el Instituto Superior de Artes (I.S.A.) y Osvaldo Doimeadios, su director, me fue guiando en el tema, me incentivó a estudiar los clásicos del teatro del absurdo: Ionesco, Becker, Harold Pinter, etc. y de forma quizás intuitiva escribí espectáculos completos con un aire o cierta influencia de lo que había leído, cómo fue “Ciclos”, mi texto más representado. Este repertorio de monólogos aún tienen vigencia, a veces los desempolvo y los hago en alguna gala, festival de teatro o gira internacional; algunos, como salieron publicados en mi libro “Telones”, son representados por actores a lo largo del país y otros lugares a donde, ni siquiera sé cómo han llegado. El teatro como lugar y su público es lo que más me ha gustado hacer, de siempre; como solista no he podido adaptarme al stand comedy, que es lo que funciona actualmente en cabaret y paladares (restaurantes no estatales), donde se hacen shows nocturnos o incluso teatros donde se organizan espectáculos de gran convocatoria, no significa que no me presente en estos lugares, son los que actualmente pagan mejor las cuentas, pero me resguardo formando parte de un dúo: “Pipe y Papo”, acompañado de un amigo de siempre, el actor Oscar Bringas; estos personajes, pensados para TV, representan los chistes clásicos de gallegos, pinareños, pastusos, etc. La forma del chiste en estos personajes raya en lo absurdo, cuando Papo hace una pregunta ingenua, Pipe remata con una respuesta supuestamente sabia pero absurda… Te pongo un ejemplo: Pipe: Debe ser medio día Papo ¿qué hora tú tienes ahí? Papo: No traigo reloj Pipe, es que, como mi reloj es submarino siempre lo tengo metido en una pecera en la casa. Pipe: Cómo se te ocurre Papo, tienes que hacer como yo, mi reloj también es submarino y siempre lo traigo arriba (Muestra un pomo lleno de agua con el reloj dentro.)… Metido en este pomo con agua, ah y no es mediodía, son solo las doce. Los personajes nacieron en la TV cubana, en el telechistes “Pateando La Lata”, dirigido por Delso Aquino, puse un ejemplo para los que no viven hace más de veinte años en Cuba… extranjeros o cubanos, a los extranjeros les es más fácil vivir veinte años fuera de Cuba, sobre todo si nacieron en el extranjero, en cambio a… Disculpa… sigo con el tema: Con el blindaje puesto de estos personajes nos enfrentamos a los más disimiles públicos en todo el país, muchos jóvenes no conocen los monólogos ni sketches de cuando Sala-Manca en la década del noventa pues eran niños o les dio por nacer después. Pero…

PELAYO: Hablando de jóvenes. Aunque parezca mentira, nosotros lo fuimos en los años 80. Y quizás podría no preguntarte sobre el fenómeno del humor en esa época en Cuba, pero no me lo perdonaría. Así que ahí voy: ¿cómo le explicarías a un extranjero lo que sucedió en aquellos años, abordando el tipo de humor, las características personajes de los humoristas y su condición de aficionados, etcétera? ¿Fue para ti un “movimiento estético”? ¿Qué queda del humor y los humoristas de esos años? ¿Valió la pena que surgiera? ¿Por qué ese boom del humor elaborado, inteligente, blanco y por qué no fue un humor simplista, burlón y vulgar, siendo ese el humor que más gusta y consumen la mayoría de seres humanos?

TELO: Ahora, en la distancia, me parece increíble aquel movimiento, en una Cuba caracterizada en la cultura por el Son más bullanguero, la carcajada estrepitosa de chistes de sexo a lo Álvarez Guedes y Chaflán, cuyos artistas ahora me parecen geniales e inimitables, en fin... Ya había surgido hace rato una nueva trova con arquetipos bien alejados del exitoso cantante popular como el desgarbado Silvio, mi ídolo de siempre, que con su poesía y cantar pausado, sin coritos ni repeticiones, había conseguido un éxito a todos niveles, incluso, sobre todo en el comienzo, sin contar con respaldo de la cúpula oficialista... aquello, en su momento fue un boom. Cuando nosotros comenzábamos en el humor, a mitad de los ochenta, solo existía en nuestro contexto un Virulo y su Conjunto Nacional de Espectáculos, que se alejaba del chiste populoso, de lo malo que estaba el transporte urbano o lo difícil que era tragarse las croquetas y el café de las cafeterías o de aquellos programas televisivos con más de veinte años en pantalla, con actores muy simpáticos y populares, pero rallaban casi todos los sesenta años y más. Aquel movimiento surgió en las distintas universidades, el nivel de instrucción en la juventud era alto, con decirte que solo en la universidad Central de las Villas, donde estudiaba, había siete mil becados, solo becados, otros hacíamos los viajes de ida y vuelta a Santa Clara, a solo diez kilómetros, o sea había un público ávido de cosas diferentes, de romper esquemas y que gustaba de la innovación, de ideas nuevas y que rompían con lo tradicional impuesto. También fuimos resultado de una explosión demográfica en los años sesenta, que para esa fecha, mitad de los ochenta, éramos una población de jóvenes con sed de hacer historia en todos los campos. Recuerdo en mis comienzos y ya la Seña del Humor de Matanzas, sin ser de la capital tenía un considerable y entusiasta público con el que llenaban peñas y teatros, ustedes convocaban aquellos festivales y allá iba yo después de escribir y ensayar los monólogos y sketches para que, después de las funciones, en aquellas tertulias de camerino y lobby de hoteles, me dieran sus consejos, aquel apoyo fue de gran estímulo para mí, sin trampas o envidia profesional, y no solo conmigo, sino con todos los grupos y solistas que comenzábamos y fuimos en aquella época una comunidad, un movimiento que por derecho propio tuvo que encausar el Ministerio de Cultura de forma oficial gracias a la gran cantidad de seguidores, sobre todo en la juventud pensante e instruida. Una cosa, inconcebible en la época actual, muchos años perduramos como un movimiento de aficionados, llenábamos teatros, sin cobrar un centavo… Yo debía pedir permiso para ausentarme de la oficina en la que fui ubicado como ingeniero recién graduado y permiso pedían también mis compañeros de grupo que eran profesores, arquitectos, dibujantes, etc. Solo de esta forma podíamos participar fuera de nuestra provincia en espectáculos y festivales nacionales.

PELAYO: Coincido contigo. Aunque es para conversar sobre el tema horas y horas. Pero han pasado muchos años y usted se ha mantenido con su calidad inmaculada a pesar de las cosas que sabemos. Querido Telo, pienso que tú ya has pasado a la historia del humor cubano, como dije en la introducción de este diáloco. Así lo constaté en mi “Breve diccionario del Humor” publicado en el 2019. Sin modestia y sin falsa modestia, ¿crees que por tu obra es justo que hayas pasado? Porque has hecho una carrera extensa y existosísima. Muchos otros con menos obras dicen que son “inmortales” o han ganado o se merecen premios por su trayectoria, etcétera… Espero que no demuestres humildad, porque sé que eres una persona humilde. Ya sé que no demostrarás tampoco soberbia y autosuficiencia, porque no eres así. Entonces, como es muy probable que coincidas conmigo en tu evaluación sincera, dime, ¿cómo te gustaría que te recordaran dentro del humor en el futuro?

TELO: Mi hermano, no sé si en algún momento futuro pase a la “historia” como dices, la historia se manipula de acuerdo a quien la escriba y no sé si alguien me recordará como persona o personaje, pero tengo la ligera sospecha que cuando ya no estemos y alguien lea mis poemas o textos para teatro, estoy seguro que reirá, sonreirá y quizás se pregunte: ¿y por qué este tipo no fue más reconocido y publicado en su tiempo?... Sí solo hay un humano que lo piense, entonces me voy a considerar un muerto afortunado, orgulloso por haber dedicado la vida a este complejo arte y oficio de humorista.

PELAYO: Pues creo que lo serás. Incluso estoy seguro de que te visitaré en tu tumba y en medio de las risas de siempre, te diré. “¿Viste? ¡Lo lograste!”. Pero no nos anticipemos y sigamos en este mundo. Por ejemplo, te saco del tema con esta pregunta: ¿te gusta el stand up comedy? ¿Lo harías? ¿Sabes que en esa modalidad, en casi toda Latinoamérica lo practican comediantes excelentes, pero lamentablemente está plagado el medio de mediocres que como no se les exige lenguaje actoral, ni teatral ni dramaturgia, escriben cualquier texto y lo dicen solo apoyándose en la supuesta vis cómica que tienen y utilizando recursos fáciles como burlas hasta humillantes a sus víctimas, vulgaridades, obscenidades y también usan momentos en que hablan en serio dentro de sus rutinas, para decir demagógica y oportunistamente, cosas de la contingencia y así ganarse el seguro aplauso del público… y aquí cierro la interrogación porque era una pregunta, aunque se nos había olvidado por lo eterno de la formulación.

TELO: Quien primero me definió el método de hacer humor stand up comedy fue el maestro Armando Suarez del Villar en un festival Aquelarre. Yo competía con un monólogo: “El Rey del Brillo”, que era la historia de un limpiabotas callejero, pero en una gala en el Teatro Mella hacía falta cubrir un espacio fuera de competencia y logré hilvanar más de diez minutos con La Historia del CVP, no sé si recuerdas que surgió de improvisaciones al poner al CVP (una especie de portero bruto) en disimiles situaciones absurdas, pues bien, aquella noche, donde estaba el jurado y Armando a la cabeza, obtuve una ovación cerrada, por algo tan simple como armar un tema sobre algo que todos conocían y tenían referencia… Después, en la fiesta final del Aquelarre le pregunto del por qué me había dado solo una mención con mi monologo “El Rey del Brillo” y él con su forma directa me dijo que si hubiera inscrito en la competencia aquello del CVP me hubiese dado un premio y de inmediato me da una conferencia académica sobre el stand up comedy… Pues sí, allí me entero de la diferencia de un monologo teatral, con un personaje, vestuario, una dramaturgia, etc, a un tipo parado delante de una pared haciendo lo que se define como stand up comedy. En Cuba, eso no existía, al menos con el auge que tiene en estos últimos años… los hay denigrantes, menos malos y algunos, incluso muy buenos e ingeniosos… Yo por mi incoherencia congénita no aguanto más de diez minutos en escenarios sin un guión bien definido, contestando lo que se le ocurra al público, etc., no nací con ese talento, por desgracia, pero admiro a los que lo hacen bien.

PELAYO: Por supuesto que hay que admirar a los que lo hacen como debe ser. No se trata del género, sino de los mediocres que les parece que es más fácil hablar frente a un micrófono sin dramaturgia, ni actuación, que dedicarse a los monólogos. Pero en fin, aunque me duela debo ir cerrando el diáloco. Así que dime, por favor, ¿qué te gustaría hacer o lograr dentro del humor que no hayas hecho o logrado aún?

TELO: Una película a mi gusto con un guión mío, sueño con eso, aunque no creo que a esta altura pueda ser posible por lo difícil, en cuanto a producción, lograr algo con el solo fin de hacer reír, pero a cada rato vuelvo a manosear los guiones que tengo escrito y sigo soñando.

PELAYO: No pierdas la capacidad de soñar que uno nunca sabe. Amigo mío, voy a finalizar como hago siempre en estas “conversaciones”: ¿se te ocurre una pregunta que deseaste te hubiera hecho? Y si es así, ¿puedes responderla?

TELO: La pregunta clásica: Si volvieras a nacer…etc.?... Respuesta: Sí, incluso hubiese comenzado mucho antes.

Pelayo, Quiero darte las gracias, gracias por hacerme recordar pasajes de mi vida casi olvidados, he tenido que exprimirme la mollera para reencontrar y refrescar tantos momentos agradables de nuestra juventud, para mi felices aquellos años donde lo único que teníamos de sobra, era entusiasmo, ah, y algunos sacos llenos de ideas y sueños que nunca se vaciaron… perdona mi incoherencia, gracias por preguntar, estoy al borde de que se me olvide todo y plasmarlo en esta entrevista asegura que lo recuerde por siempre… una brazo eterno.

Mi queridísimo Telo, amigo y parte de mi historia, no te imaginas el placer que me has dado en este diáloco. Te deseo que sigas con tus éxitos, tu descomunal talento para el humor y tus buenas vibras. Gracias eternas, hermano.