¿Por qué el grupo cubano "La Seña del Humor" estaba compuesto sólo por hombres? ¿Discriminación de género?

Pepe Pelayo
Creador y estudioso de la teoría y la aplicación del humor.
La Seña del Humor

La publicación de un estudio sobre el humor en hombres y mujeres me dio el pie para esta reflexión. (Dicha investigación la pueden ver en este mismo Boletín).

Mi grupo "La Seña del Humor" tenía 12 miembros, todos masculinos (y en los dos últimos años 13, con la incorporación de Pible). No fue algo premeditado que tuviéramos esa composición. Incluso siempre estuvimos atentos a captar colegas mujeres que tuvieran parecido sentido del humor y gusto estético que nosotros.

Recuerdo que en los primeros meses de vida actuaron con nosotros Magalys Bernal y Xiomara Fernández del Dramático de Radio 26, y también Miriam Muñoz, Mercedes Fernández y Leticia Marín del Teatro Mirón Cubano, todos de la ciudad de Matanzas. Con el transcurso del tiempo, sólo pudimos compartir ocasionalmente escena con Leticia y Magalys. Grandes comediantes. Pero no formaron parte de nuestro grupo en forma estable, porque ya estaban como plantilla fija en sus respectivos grupos. Sabemos que hasta una de ellas intentó estar fija en "La Seña", pero le pusieron trabas. Hay que recordar que en nuestros inicios éramos mal vistos por algunos profesionales del teatro tradicional.

Pero nunca abandonamos la idea de incorporar una mujer de forma estable. A veces algún que otro crítico nos enrostraba eso como una deficiencia. Algo increíble, porque no era nuestra culpa. No aparecían las candidatas y eso que buscamos en La Habana y en provincias.

Después, al conocer a "Les Luthiers", a "Tricicle", a "Monthy Python", a "MozAart" y recordar a los "Hermanos Marx", "Los tres chiflados" y un largo etcétera, incluyendo la inmensa mayoría de los grupos cubanos de humor que nacieron en los años 80 con nosotros, me pregunté por qué sucedía eso. Con el tiempo he llegado a tener una opinión al investigar y estudiar el asunto. Intentaré compartirla aquí.

Las mujeres emplean más zonas del cerebro y las integran más que los hombres, según estudios de resonancia magnéticas. Ellas usan más la memoria a corto plazo y usan más las áreas de lenguaje. Los hombres procesan más rápido las situaciones cómicas y disfrutan más de los chistes. Ellas lo hacen con situaciones más elaboradas que implican un mayor análisis y un humor más sutil.

Un equipo de la Universidad de Stanford analizó la actividad cerebral de mujeres y hombres expuestos a situaciones humorísticas. El estudio concluyó que en cuanto al lenguaje, la memoria y los sentimientos de retribución, los hombres y mujeres conciben y aprecian el humor de diferente forma.

El área del cerebro (la corteza prefrontal) relacionada con esas funciones, que juega un rol importante en la apreciación del humor, son más activas en la mujer que en el hombre.

En este último estudio se usaron escáneres que monitorearon el cerebro de 10 mujeres y 10 hombres mientras miraban 70 dibujos animados en blanco y negro.

Las mujeres, según el estudio, pusieron más atención al lenguaje del humor, empleando una actitud más analítica.

Ellas no esperaron con la misma confianza de los hombres que los dibujos animados fueran graciosos, y cuando lo eran, el centro del placer en su cerebro se encendía con mayor intensidad.

También el doctor Robert R. Provine, profesor de psicología y neurociencia de la Universidad de Maryland y autor de más de 50 publicaciones relativas a esta última especialidad, expuso su investigación aplicada a 2 mil personas en donde analizó los casos de origen natural de la risa. Los resultados obtenidos señalan –lo mismo de la investigación antes citada-, que las mujeres ríen más que los hombres aunque la risa es más provocada por los hombres que por ellas.

Por otro lado, un estudio llevado a cabo por el Dr. Nick Neave, de la Universidad de Northumbria, Inglaterra, demostró también que los hombres tienden a ser más cómicos que las mujeres y esto podría tener un origen hormonal. Para sustentar esta hipótesis el estudio ha tomado en cuenta las reacciones en los hombres y mujeres de las calles de Newcastle al ver pasar al Dr. Neave andando en monociclo. Mientras que las mujeres tendían a hacer comentarios halagüeños y de admiración hacia Neave al verlo pasar, los hombres, por el contrario, se reían de él, teniendo muchas de las burlas un contenido agresivo. Es más, según el investigador los que resultaban más agresivos eran los hombres jóvenes, quienes en algunos casos bajaron la ventanilla de su auto para reírse de él. Esta tendencia agresiva decreció en adultos mayores de sexo masculino.

Acorde con lo planteado en la explicación, todo esto tendría una implicación hormonal, pues Neave afirma que la responsable de esta diferencia en el humor de ambos sexos está en la presencia de la hormona testosterona en hombres, la cual condicionaría su sentido del humor.

Pero miren esto: respecto a la agresividad, Neave plantea una interesante hipótesis. Al pasearse ante todos subido a un monociclo, el científico se convertía en una competencia entre los hombres para llamar la atención femenina, por lo cual los hombres tendían a burlarse de él. De hecho, quienes se burlaron más fueron los hombres jóvenes, pues están iniciando el ciclo reproductivo.

Basándonos en todos esos estudios, podemos pensar que las mujeres -para una mejor reproducción-, siempre han buscado al hombre más cómico, con más sentido del humor, para dejarse seducir por él. Les encanta reír. Incluso se pueden reír de más cosas porque, según mi experiencia también, ellas tienen el sentido del humor más desarrollado que los hombres. Y quizás, como dicen esos investigadores, los hombres tienen más capacidad para crear humor, por su necesidad de hacerse el gracioso con las mujeres.

Eso explicaría el por qué no encontramos nunca mujeres para actuar en "La Seña".

En serio, no son disparatados los resultados de las investigaciones mencionadas. A mí me hace más feliz un público femenino, cuando me presento como comediante, ya sea para niños como para adultos. Si el público es mayoritariamente de hombres, la risa es menor, pero sólo si hay mujeres también y están mezclados, es aún menor la risa en ellos. Pudiera ser que se retraen más, se inhiben más en público, pudiera ser que sea eso de la competencia ante los ojos de las mujeres.

Aunque quizás los científicos no han estudiado aún el componente cultural, porque no dudo de que históricamente muchas mujeres hayan tenido la capacidad de crear humor y por “trancas sociales” ni pensaban en desarrollarlas porque “se vería feo” y también, por el machismo opresivo del hombre para tenerla en la casa.

Vaya usted a saber la cantidad de humoristas mujeres que hemos perdido.

Por lo tanto, según mi molesta opinión, se conjugan ambas razones, la hormonal y la cultural.

Ahora sean firmes verdades o no los resultados de estas investigaciones o de mi hipótesis, o si en el futuro surgen otras con resultados iguales o contrarios, sí debemos dar por hecho que: 1) las mujeres se ríen más que los hombres. 2) hay menos humoristas mujeres que hombres. 3) las humoristas mujeres que conocemos son iguales de cómicas que los hombres. 4) nos hubiera gustado contar con un par de buenas comediantes mujeres –por lo menos-, en nuestro grupo "La Seña del Humor".

Aprovecho este final para homenajear a las mujeres profesionales del humor. Las que conozco son maravillosas. Solo cubanas, recuerdo ahora (sin orden de ningún tipo) a las cinco que ya mencioné arriba, más Miriam Alonso, Évora Tamayo, Zulema Cruz, Aurora Basnuevo, Ana Lydia Méndez, Eloísa Álvarez Guedez, Manela Bustamante, María de los Ángeles Santana, Amalia Aguiar, Candita Quintana, Rita Montaner, Natalia Herrera, Carmen Ruiz y muchas más que se me quedan fuera. Y de otras nacionalodades: "La 4 dientes", Natalia Cuevas, Maitena, Cintia Bolio, Nardi, Nani, Pohle, Orzuj, y muchas más. A todas, mis respeto y admiración… ¡Y ojalá hubieran sido miembros de "La Seña"!

Copyright © Pepe Pelayo. Publicado en Humor Sapiens con el permiso de su autor. Reservados todos los derechos.