PP: ¿Le gusta que le hagan entrevistas?
ERMENGOL: No demasiado, pero creo que es el precio que hay que pagar por tener un trabajo público. No me preocupan tanto las preguntas como la duda que tengo en las respuestas, creo importante responder cosas interesantes para el que leerá la entrevista.
PP: En este año 2011, ¿cómo ve el estado del humor en el país donde vive, en televisión, radio, teatro, literatura y gráfica?
ERMENGOL: Soy un argentino que vive en Catalunya (España) desde hace más de 25 años. Se que Argentina siempre fue generador de grandes humoristas en todos los terrenos. En Catalunya se hace muy buen humor en televisión, en radio, en teatro en literatura y en prensa, posiblemente mejor que en el resto de España.
PP: En varios países de América Latina se dice: "Mi país es un pueblo de humoristas", "en mi país, tú mueves una piedra y sale un humorista", etc. ¿En el país donde vive se dice lo mismo?
ERMENGOL: Yo que vengo de Córdoba (Argentina) y allí se decía eso, el humor está en la forma de expresarse de la gente, es como si fuera una ciudad de humoristas. Pasa algo muy parecido en Sevilla (España), la gracia está también en la forma de hablar, en la forma de explicar las cosas.
PP: ¿Es verdad la acuñada frase: "Es más fácil hacer llorar que hacer reír”?
ERMENGOL: Posiblemente sí. No he intentado nunca hacer llorar a nadie pero si hacer reír. Hacer reír inteligentemente es difícil. Conozco de gente que pretende hacer reír y hace llorar y otros que pretendes hacer llorar y hacen reír.
PP: ¿Cuándo decidió hacerse humorista?
ERMENGOL: Siempre digo que aprendí a dibujar antes que a leer y a escribir. Desde muy niño los dibujos me salían humorísticos. Me costaba mucho, y aún me cuesta, hacer dibujos serios, realistas.
PP: ¿El humorista nace o se hace?
ERMENGOL: El humorista nace y después intenta perfeccionar la cuestión plástica o artística. Se va aprendiendo mucho con la práctica y observando a los grandes maestros.
PP: ¿Cuál ha sido el mejor y el peor momento de su carrera en el humor hasta el día de hoy?
ERMENGOL: El mejor posiblemente cuando me dieron el Premio Mingote, tal vez el mejor premio al chiste publicado que se otorga en España. Los momentos más difíciles son cuando tienes un drama familiar y tienes que cumplir con tu compromiso profesional en la prensa.
PP: Como profesional del humor, ¿se ríe fácil? ¿Con qué tipo de chistes?
ERMENGOL: Dicen que soy una persona muy seria y que no parezco humorista. Hay gente que cree que un humorista gráfico es un showman y no es así. Los que hacemos humor gráfico normalmente somos gente seria y muy tímida. Los humoristas de teatro o televisión son otra cosa. Nosotros buscamos la reflexión antes que la risa. Me río mucho con los chistes que desmitifican, con los que “ventilan” las vergüenzas de los poderosos, con los que ridiculizan a los intocables.
PP: ¿Alguna anécdota relacionada con su profesión?
ERMENGOL: Explicaré una de varias que tengo. Es España tuvimos un presidente del gobierno conservador siniestro. Un espanto de tipo en lo personal y en lo ideológico. No acostumbro a sentir animadversión por nadie pero este personaje me producía una antipatía enfermiza. Un día me entero que en su despacho tenía un dibujo mío que le había gustado mucho. Me sentí desolado.
PP: ¿Con cuáles coplegas se identifica?
ERMENGOL: Creo identificarme gráficamente con Quino pero considero a Chumy Chumez como uno de los más brillantes humoristas gráfico en lengua hispana, una auténtica referencia en nuestra profesión. De Latinoamérica han salido grandes autores.
PP: ¿Qué me aconseja a mí como humorista?
ERMENGOL: No me gusta dar consejos, pero desde mis más de 30 años de experiencia te puedo decir que este oficio es más duro de lo que la gente cree. Se ha de estar siempre atento a la actualidad, se ha de tener un buen espíritu crítico (Que sepas siempre que desde el poder te están jodiendo, a ti y todo el mundo), que se ha de tener capacidad de análisis y de síntesis para que el mensaje sea más efectivo, se ha de tener un mínimo de mala uva, es importante dibujar más o menos bien para que el dibujo sea agradable al lector, conseguir que el medio donde publicas te de un mínimo de libertad para opinar (Recuerda que en la mayoría de los medios de comunicación el director no es el dueño del periódico, es un tío que también cobra un sueldo de un empresario o empresarios que tiene esto como negocio o como medio de presión de poder) y él es solo la correa transmisora. Es importante que el diario en el que publicas sea de la misma línea de pensamiento que tú o te hartarás de rehacer dibujos para que agraden a los que te pagan.


