Entrevistas a humoristas

Entrevista a Abela

PP: ¿Le gusta que le hagan entrevistas?

ABELA: Bueno, eso depende de las preguntas y del lugar, por ejemplo, las del cuartico oscuro con un bombillo en la cara, esas siempre son difíciles.

 

PP: En este año 2011, ¿cómo ve el estado del humor en el país donde vive, en televisión, radio, teatro, literatura y en la gráfica?

ABELA: En general pobre, sobre todo en la TV que es el más llega a la gente, hay demasiada tontería y mal gusto. Yo sí noté desde hace algún tiempo que se estaban tratando de colar en los medios y hoy ya es evidente la aceptación que tienen, compadre, hay que ser justo y reconocerles el mérito.

 

PP: En varios países de América Latina se dice: "Mi país es un pueblo de humoristas", "en mi país, tú mueves una piedra y sale un humorista", etc. ¿En el país donde vive se dice lo mismo?

ABELA: Eso ya forma parte de nuestro folklor, fíjate que por acá no solo tenemos humoristas a granel y los mejores chistes, además tenemos las mejores mujeres, somos los mejores amantes, los mejores bailadores, vaya, pa´que seguir diciéndote si después no me vas a creer.

 

PP: ¿Es verdad la acuñada frase: "Es más fácil hacer llorar que hacer reír”?

ABELA: Verdad absoluta, piensa por un ratico la cantidad de gente, de situaciones que a diario te dan ganas de llorar, ahora ¿hacer reír? eso es otra cosa, un don, una gracia con la que solo nacen políticos y muy raramente alguna que otra gente por ahí.

 

PP: ¿Cuándo decidió hacerse humorista?

ABELA: No recuerdo exactamente el día que salí del closet, pero creo fue a mediado de los 80.

 

PP: ¿El humorista nace o se hace?

ABELA: El humorista ni se nace, ni se hace, se transforma.

 

PP: ¿Cuál ha sido el mejor y el peor momento de tu carrera en el humor hasta el día de hoy?

ABELA: El mejor momento recuerdo fue cuando me comunicaron había ganado el gran premio de la Bienal de Gabro, el peor, cuando me dijeron que eso era jodedera, vaya, que era una broma.

 

PP: Como profesional del humor, ¿se ríe fácil? ¿Con qué tipo de chistes?

ABELA: Te confieso que últimamente no resulta fácil, tengo que pujar mucho. Hay días que con mucho vegetal, frutas y algo de cereal la cosa fluye pero generalmente paso mucho trabajo. ¿Los chistes que me gustan? Los cortos.

 

PP: ¿Alguna anécdota relacionada con su profesión?

ABELA: Déjame ver si te puedo echar algún cuento corto pa´no aburrir a tus lectores. Bueno, here I go, la cosa fue allá a mediado de los años 80, eran mis inicios haciendo el humor y se inauguraba una de las Bienales Internacional del Humor de San Antonio de los Baños donde participaba como concursante, sospecho con algún dibujito bastante flojo. Por aquellos días andaba con un amigo full time, de esos socios de andanzas, de parrandas que se llamaba, o se llama, Héctor Luis pero que cariñosamente todos le decíamos "El Fisherman" y que no tenía nada que ver con el humorismo, solo era mi mejor amigo y punto. Pues parto con mi inseparable escudero a la inauguración de la Bienal en San Antonio, que por cierto, en aquel momento era un evento de mucha calidad, un indiscutible referente de lo mejor en materia de humor gráfico latinoamericano y mundial, además que se pasaba requetebién en un ambiente de fiestas muy bien surtiditas, era la época de la bonanza donde en cualquier evento de participación internacional, ya sea de humor, que de Oftalmología, tiraban la casa por la ventana. El jurado de la Bienal siempre lo integraban importantes caricaturistas y personalidades del humorismo internacional como Quino, Fontanarrosa, vaya, la crema y nata y en aquella edición había venido como jurado un caricaturista que ahora no recuerdo de que país, ni como se llamaba, solo que era todo un personaje muy pintoresco, de barba tupida y pañuelo en la cabeza, tipo motociclista de Harley Davinson. Estando en el acto de inauguración donde oficialmente presentaron al jurado, me percato que mi amigo “El Fisherman” que por aquel entonces llevaba barba, se parecía bastante a aquel señor y terminado el acto, se nos ocurre ponerle al Fisherman un pañuelo en la cabeza y colgarle mi credencial en el pecho y divertirnos un ratico, lo que no sospechábamos fue que a partir de ese momento la cantidad de cosas que hicimos en aquel pueblo fue como para venderle el guión al mismísimo Tarantino jejeje... eso es jodedera mía. Solo te voy a contar un par de ellas, la primera fue irnos a casa de la novia de Boligán, Sandra que vivía allá en San Antonio, tocamos en su puerta, por supuesto, el Boli y yo nos escondimos detrás de unos árboles y dejamos solo a mi socio, el doble del jurado. Cuando Sandra abre, inmediatamente mi socio comenzó a bajarle una jerigonza y una verborrea de disparates, que Sandra se puso tan nerviosa que comenzó a gaguear, no le salían las palabras, realmente el Fisherman estaba estresante porque además de hablar enredado, lo hacía en un tono muy alto. En medio de aquella locura, Sandra decide llamar a un primo que estaba de visita en su casa y que hablaba inglés para a ver si lograban sintonizar con mi socio que seguía ladrando. Después de algunos minutos intentando entenderse, el primo se vira para Sandra y le dice: no way, este señor debe estar hablando alemán o quizás alguna lengua rara de los países nórdicos. Mi socio demostró tener una sangre fría pues en ningún momento se río, ni titubeó y aquel par de guajiritos han pasado un mal rato que por nada se cagan, sobre todo el primo traductor. Otro momento simpático fue en un show donde habían preparado unas gradas especialmente para que el jurado y personalidades invitadas al evento pudieran disfrutar de un espectáculo donde dos comparsas tradicionales competían, creo una era la charanga de bejucal. Esa tarde estábamos algo aburridos y decidimos irnos a ver el show y cuando llegamos al lugar, un cordón de seguridad de varios policías, te juro que esto es verdad, nos abrió paso dejándonos llegar hasta donde estaban las butacas vip y allí nos sentamos al lado de Fernando Birri, que cuando aquello era el director de la escuela internacional de cine de San Antonio. Habían otros señores, supongo, ilustres visitantes y aquella tarde disfrutamos de la función que incluía servicio 5 estrellas y hasta conversamos con Birri. En los siguientes días de la Bienal, otros nóveles caricaturistas se nos fueron uniendo para disfrutar de los "privilegios" del jurado. Para terminarte el cuento, recuerdo ir caminando por el pueblo y los lugareños invitándonos a sus casas y brindarnos café, dulces caseros, etc. También bebimos gratuitamente en varios bares, tabernas y cafeterías. Pepe, esa fue la semana más divertida y barata de toda mi vida, llegamos a cogerle tanto el gustico a nos atendieran tan cariñosamente, que ya ni nos interesaba aclarar la broma. Al final, creo estuvimos incursionado dentro de las tendencias más novedosas del arte contemporáneo, vaya, que tiramos hasta nuestro performancito en la bienal.

 

PP: ¿Con cuáles colegas se identifica?

ABELA: Saul Steinberg, Jean Michael Folon, Elio Flores, LPO, Roland Topor, Ralh Stewart, El Roto, un motón, muchísimos más. En general me interesa el humor en la línea, en el dibujo y no el chiste con parlamentos, o sea, con el globito, ahh... me encanta el humor de Le Luthiers, aunque no hagan dibujitos, Chaplin, pa´qué contarte, mi ídolo.

 

PP: ¿Qué me aconseja a mí como humorista?

ABELA: Pepe, búscate un part time, la cosa pinta muy fea.

Entrevista a Eduardo Abela · Humor gráfico
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