Entrevista a Osvaldo Macedo de Souza

Entrevista a Osvaldo Macedo de Souza

"Un historiador, curador, promotor y especialista que dignifica el humor gráfico"

Va usted a leer un diáloco creado alrededor de una persona muy especial en el humor gráfico. Tan especial es que es especialista en esa materia. No lo presentaré citando su extenso currículo, porque se me ocurrió comenzar preguntándoselo para que él mismo lo cuente.

En lo personal, además de respetarlo y admirarlo, lo aprecio como ser humano. Fue el que en mis inicios como creador de fotomontajes humorísticos creyó en mí y me estimuló mucho para que continuara. Y más tarde tuve la inmensa suerte de que él fuera el curador de mi exposición de fotomontajes humorísticos en Lousá, Portugal. En resumen, es un honor para mí dialocar con Osvaldo Macedo de Souza.

Como no domino el portugués, le pedí que se expresara en español, porque sé que lo domina muy bien, así que si detectan algún gazapo, no fue que me distraje. Quise no intervenir sus palabras, para que todo se viera más auténtico.

 

PELAYO: Querido Osvaldo, para comenzar este diáloco te pregunto sólo para informar a nuestros lectores: ¿cuántos libros tienes publicados relacionados con el humor? ¿Cuántas exposiciones de humor gráfico has organizado y curado? Dinos otros datos relevantes en tu carrera como especialista en el humor.

OSVALDO MACEDO DE SOUSA: Bueno, soy un historiador del arte que terminé especializándome en humor gráfico. Ahora he estado cumpliendo 45 años de trabajo de investigación en esta área, mientras todavía estudio otros géneros artísticos y también produzco eventos en esas áreas, como fotografía, pintura, música... Pero el área del humor es en realidad el espacio donde tengo más trabajos investigados y producidos. Es un género considerado menor en los círculos culturales portugueses y por eso no ha sido fácil ser productor en esta área. Incluso soy el primer historiador en dedicarme por completo al humor gráfico y después de mí uno u otro investigador se ha acercado parcialmente a este arte.

Hubo un tiempo en que logré tener una pequeña galería de arte dedicada al humor, además de ser el director de una “Casa do Humor” durante un año. Durante los últimos 40 años, que tengo dentro en esta actividad, he intentado crear un museo y a veces casi lo logro, pero la repentina desaparición de los intereses políticos me llevó a mi fracaso. En otras palabras, en realidad nunca tuve mi propio espacio para la producción y la investigación, lo que me hace moverme de un municipio a otro, de un museo a otro, tratando de promover exposiciones y salones. Económicamente no es gratificante y, a veces, incluso tuve que pagar las producciones de mi bolsillo. “Humorgrafe” es mi seudónimo. No es una institución, solo soy yo. Lo escribo, diseño los catálogos, organizo las exposiciones...

Durante 20 años, logré organizar la Exposición Nacional de Caricaturas de la Prensa donde se otorgaron los Premios Nacionales de Periodismo Gráfico. Durante 15 años tuve un Salón de Humor dedicado a descubrir nuevos talentos, otro de humor gallego-portugués durante 15 años. A nivel internacional, creé PortoCartoon, del cual fui director en el primer año, creé un Salón de Humor en Espinho, otro en Idanha-a-Nova, pero el único que sobrevivió fue la Bienal de Humor Luiz d'Oliveira Guimarães. Penela, que he dirigido durante 12 años. Fui curador de AmadoraCartoon durante 20 años en el Festival de BD da Amadora, de MouraBD, así como curador de exposiciones en la Bienal de Caricaturas de Ourense (España), Humorália (España), en la Muestra de Humor de Alcalá de Henares... Fuera de esto, he producido más de cuatrocientas exposiciones en todo el país, así como en España, Francia, Polonia, Dinamarca, Croacia, Turquía, China (Macao), Costa Rica, Cuba y Brasil.

En total, entre los prefacios de los libros de artistas, los prefacios de los catálogos que organizo, los textos de investigación temática y las biografías, he publicado mis trabajos en 240 libros, además de artículos en revistas internacionales como WittyWorld y Quevedos, o nacionales como Artes Plásticas, El Artista, Revista de Artes y Letras, Historia, Periódico, Día, Hora, Gaceta de Artes y Letras, Trevim (dentro del cual fui co-coordinador del Suplemento de Humor Bronkit)... Aunque no seguí mi carrera como Académico (para sobrevivir soy profesionalmente cantante lírico en el Teatro Nac. de São Carlos de Lisboa), soy regularmente invitado a dar conferencias em universidades portuguesas, de España, Alemania, Polonia, Turquía, Brasil y Costa Rica... así como en participar como jurado (más de cien veces) en festivales de humor gráfico.

 

PELAYO: Sin dudas, impresiona esa extensa y sólida biografía en el humor. Bueno, una vez presentado nuestro dialocante, comencemos a intercambiar para aprovechar sus conocimientos. Voy… Osvaldo, como el respetable experto que eres, ¿cómo evalúas y calificas el nivel del humor gráfico actual en Portugal, en el resto del mundo, pero sobre todo en Latinoamérica?

OSVALDO MACEDO DE SOUSA: El humor gráfico en Portugal, a pesar de la crisis de la prensa, en la que cada vez hay menos espacio para los dibujos animados, es de alta calidad estética. Cada artista intenta ser original en su línea, no siguiendo las escuelas internacionales. Es más fuerte en el retrato que en el humor, ya que, debido a la censura de la modernidad, es decir, lo políticamente correcto, hace que la sátira desaparezca para dominar la pequeña ironía "democrática". Lo mismo ha sucedido en el resto del mundo, con la excepción de algunos países árabes y sudamericanos donde la necesidad de supervivencia requiere una irreverencia más activa. Hay excelentes comediantes en América Latina que tienen que promover más su trabajo, imponer su voz, despertar al resto del mundo del letargo en el que se encuentran. Sin un estado de ánimo sano y despierto, la sociedad de la aldea global cae enferma.

 

PELAYO: Estamos de acuerdo. Y aprovecho para añadir que veo en Latinoamérica también una preocupación extra por la buena factura en los mensajes conceptuales, cosa que valoriza aún más este género. Pero bueno, para seguir teorizando, pero en otro aspecto y sobre todo por las muchas dudas que he detectado que existen: ¿cuál es tu opinión sobre las diferencias en el humor gráfico? ¿El humor gráfico es un “paraguas” que cubre la caricatura, la caricatura personal, la tira cómica, la historieta cómica, la viñeta editorial, etc., o corren por carriles distintos todos esos conceptos? Por ejemplo, ¿La caricatura o viñeta es una cosa y el humor gráfico otra? ¿La caricatura personal no es humor gráfico?

OSVALDO MACEDO DE SOUSA: Es muy difícil navegar dentro de los conceptos de comicidad y humor porque en cada edad, cada región lingüística y, a veces, dentro del mismo grupo cultural, existen discrepancias en la comprensión de cada concepto. En Portugal hasta los años sesenta todo era caricatura, luego estaban los otros subgrupos. Entonces todo comenzó a ser cartoon con sus subgrupos. Para muchos, el término generalista es humor gráfico... Todo difiere según los niveles de comicidad e irreverencia, así como la técnica utilizada, es decir, las obras en las que se usa o no el retrato exagerado, ya sea una viñeta o una secuencia de viñetas. Pero todo es humor gráfico. Es una opción personal, o también es un don divino poder hacer una caricatura personal o simplemente ser un ironista de la palabra y la línea. Con respecto al concepto de humor, para mí, el verdadero humor debe ser filosófico con una visión más crítica del mundo, donde puede haber mucho cómico, o solo un olor, para ser irreverente. No todo el cómico es humorístico e incluso puede ser maléfico. En resumen, para mí todo puede ser humor gráfico si tienes un poco de filosofía y comicidad, y solo difiere en opciones estilísticas y gráficas. Lo mismo puede decirse del humor literario o escénico. Los límites entre los subgéneros dependen solo de las opciones personales.

 

PELAYO: Estoy seguro de que en el fondo estamos de acuerdo, pero a la hora de las formulaciones es donde al parecer podemos dar la impresión de que disentimos. Por ejemplo, para mí el payaso hace humor también y el que hace un dibujo elaborado artísticamente con un mensaje que hace pensar, también es humor. Veo diferencia sólo en calidad de forma y contenido. Pero ya eso lo hemos hablado y repito es solamente una formulación distinta. Ahora, para continuar, me siento en la obligación de preguntarte tu opinión sobre los límites del humor. ¿Los tiene? Y si los tiene, ¿cuáles son?

OSVALDO MACEDO DE SOUSA: Los límites del humor o la irreverencia terminan donde comienzan las libertades de los demás, sin embargo, el de los demás también termina donde comienzan mis derechos de libertad y expresión. Los límites del humor y del cómico son una cuestión de equilibrio entre irreverencia y educación. Es esencial poder reír CON LAS personas e ideas y no DE ELLAS. Sin embargo, la irreverencia lleva a la intervención crítico-humorística a pisar, sin sobrepasar los límites cómodos de cada cultura, cada posición política y social. La función principal de la intervención humorística, más que hacer reír a las personas, aunque es conveniente, es hacer que las personas piensen, detenerse para reflexionar y reír con satisfacción de lo que incluso tenían razón y sonreír con amargura al reconocer que personalmente no tenía razón, pero la crítica sí. Humor es saber mirar en el espejo y reconocer la realidad y aceptarla y corregirla.

No se pregunta, pero la cuestión del humor y la religión está implícita. ¿Debería ser tabú? No porque la esencia de ser religioso o espiritual sea ser optimista, es difundir la sonrisa de esperanza para mejores días, a pesar de eventuales tragedias, posibles malos días y el humor es este facilitador experiencial. Reírse de la religión es tomar conciencia de los errores que los humanos han cometido en nombre de estas religiones. Reírse con ellos es desenmascarar los abusos, las ortodoxias y los fundamentalismos creados no por la religión misma sino por los hombres que los usan en su beneficio. Cuanto más sepamos reírnos de las religiones, de los líderes religiosos, más despertaremos, más espirituales seremos.

 

PELAYO: Un aparte: hay gente que argumenta que las religiones también fueron creadas por los hombres y como el humor no tiene límites, también se puede uno reñir de las religiones. Pero no es el caso, ya yo ni hago ese humor. Pero lo espiritual es básico para todos. Voy a cambiar de tema. Quería consultarte lo siguiente: sin dudas la mejor obra de humor gráfico es la que tiene una factura impecable, de alto vuelo, y con un mensaje sólido, que trasciende la mera sonrisa, porque hace pensar. Pero las preguntas que te hago son: ¿para ti cuál obra tiene más valor, la excelente dibujada con un mensaje débil, o una con un mensaje importantísimo y una factura débil? Y, ¿tiene valor una obra que sólo tenga como objetivo hacer reír o sonreír?

OSVALDO MACEDO DE SOUSA: Cuando una obra es demasiado hermosa, pero sin contenido, termina siendo Kitch. pero hay amantes de eso. Otras son ideas magníficas que terminan sin lograr los objetivos porque la forma de expresarlo no logra cautivar al público. Lo ideal es que las dos fórmulas coincidan, pero siempre es mejor tener una buena idea, aunque técnicamente sea apenas suficiente. La mayoría del arte contemporáneo es un ejemplo de este juego de búsqueda de técnicas vacías, en el que lo importante es escandalizar, es vender al gato por conejo sin tener realmente en su corazón el concepto de arte, de creatividad de intervención cultural. La mayoría son cómicos en sentido negativo, por lo que es mucho más fácil hacer este arte que ser un artista humorístico.

El humor es una cuestión educativa y difícil de cultivar, porque quien tiene sentido del humor tiene que desarrollarlo, trabajar a diario. Ser humorista es ser un pensador, un filósofo al que le gusta mirar más allá del espejo, lo supera en fantasía, destruyendo la imagen reflejada por la sociedad, con todas sus hipocresías y comodidades, para reconstruirla en la verdad. No es fácil.

Lo más fácil es ser un cómico grotesco. La gran mayoría prefiere reírse de los demás, de las cosas (no de ellos mismos) porque eso no los obliga a pensar. El contador de bromas debe ser popular, pero vacío de mente y cultura. Ser humorista es ser filósofo es comprender lo que te rodea e intentar ser pedagogo.

 

PELAYO: Me encanta cómo calificas al humorista de filosofo, de pensador. Como ya dije, es una convención. Para mí si el humorista es como dices, creo que serían muy pocos. Pero pensar así como piensas me agrada. Ahora me centraré más en ti. Por ejemplo, dentro del campo del humor, ¿qué te gustaría hacer o lograr que no hayas hecho o logrado aún?

OSVALDO MACEDO DE SOUSA: Me gustaría saber dibujar. Me gustaría tener este don divino de ser humorista. Después de todo, solo soy un historiador que vive estudiando arte, el genio de otros. Mi misión, como suelo decir, es tratar de distribuir sonrisas recuperándome del pasado y presente lo que hacen los maestros y que la mayoría del público no ve. Solo soy un dinamizador, un promotor de algo que no tengo, pero que me encanta. A menudo estoy frustrado. Raramente me siento satisfecho cuando estoy en un jurado porque hay tantos trabajos maravillosos y solo podemos dar 3 o 4 premios. Me gustaría poder honrar a muchos más artistas portugueses y extranjeros. Creo que todavía puedo dar algo más, pero la verdad es que las puertas se cierran cada vez más y cada vez tengo menos espacio para la difusión, menos apoyo económico para hacer libros, publicar mis estudios. La edad ayuda cada vez menos y como nunca me gustaron los políticos, no sé cómo vivir en este mundo de adulación y grupos de partidos donde sale el dinero cultural.

 

PELAYO: Yo veo que lo que haces es tremendamente importante y necesario. Claro, un placer extra te lo daría si fueras dibujante, pero la vida es así. A mí me encantaría hacer lo que haces y me gustaría poder cantar lírico, etc.. Sin embargo, esas frustraciones no nos deben afectar, porque hemos logrado realizarnos en lo nuestro. Y la justicia puede tardar, pero sé que llega y a usted le falta demasiado por entregar. Mira, para mí, has pasado a la historia del humor gráfico y no solamente de Portugal, sino a nivel internacional, como lo demuestra tu extensa y sólida obra, tus conocimientos y tu dedicación. Pero dime, cómo te gustaría que te calificara un biógrafo o un investigador del humor gráfico en el futuro? ¿Cómo te gustaría que fueras recordado?

OSVALDO MACEDO DE SOUSA: Es una gran generosidad tuya, decir eso de mí. No soy nadie y en Portugal pocas personas conocen mi trabajo. Todo lo que hacemos es muy efímero y nos olvidan rápidamente. Pienso que en el extranjero, porque no me conocen personalmente, me deifican más de lo que realmente merezco. Soy biógrafo de más de dos docenas de artistas, pero mi trabajo como productor cultural es mucho más amplio. Solo soy un historiador del arte especializado en humor gráfico. Soy un productor cultural quien intenta hacer su trabajo lo mejor posible, hacer realidad los sueños de la sonrisa.

 

PELAYO: Eso de que no eres nadie me parece una exageración. Si hay gente de nuestro medio en Portugal que no te conoce es que son ignorantes y si te conocen y te ningunean, son mediocres. Por lo tanto, no hay que depender de ignorantes y mediocres. Tu obra te respalda como un grande del humor gráfico. Lo demás que venga solo. Conozco muchísimos humoristas que te admiran y respetan. Pero bueno, sigamos con nuestro diáloco. Por ejemplo, se me ocurre esto: ¿qué le aconsejarías a un consagrado humorista gráfico? ¿Qué le aconsejarías a un novato? ¿Qué le aconsejarías a las autoridades y también a los medios de comunicación, que tienen la posibilidad de apoyar el desarrollo del humor gráfico en cualquier parte del mundo? ¿Qué le aconsejarías al público consumidor de ésta modalidad artística? ¿Y qué me aconsejarías a mí como humorista?

OSVALDO MACEDO DE SOUSA: ¿Quién soy yo para dar consejos a los artistas? Solo que a pesar de las vicisitudes no te rindas porque la sociedad necesita humor, así como necesita agua y pan para la boca. El artista debe permanecer irreverente, debe tratar de ser filosófico incluso en las ironías más simplistas para que este lado profundo del humor intervencionista no se pierda. No hay tabúes, todo debe ser observado y criticado, dentro de los límites filosóficos de la educación y la necesidad social. Nunca olvides tus raíces. Hoy en día existe un ambiente cada vez más generalista y universalista, olvidando que la riqueza del planeta es la diversidad, es la riqueza de cada cultura y esto debe ser defendido por los humoristas de cada región de cada cultura, país. Nunca olvides el humor de nuestros antepasados y sus lecciones.

Al público le aconsejo que cuando se enfrente a una obra humorística, no se deje ir solo riendo o sonriendo, sino que encuentre tiempo para poder detenerse, poder observar, pensar y meditar sobre lo que se ha dicho, lo que se ha mencionado.

En relación a los políticos: Deberían estudiar los dibujos de humor del pasado y el presente para aprender a vivir sin cometer los mismos errores que en el pasado. Si fueran lectores y conocedores de lo que se ha criticado antes, al menos podrían llevar a cabo sus políticas, sus estafas de manera diferente. Desafortunadamente, la mayoría de los políticos no tienen sentido del humor, ya que son analfabetos culturales. Quien quiera gobernar sabiamente debe cultivar y fomentar la creatividad humorística, ya que esta es la mejor manera de innovar y recrear la realidad. La retrospectiva de los artistas de financiación está mirando hacia el futuro con el pasado. Fomentar espectáculos de humor nacionales e internacionales es difundir la pedagogía en la sociedad, y ser capaz de reunir la diversidad de pensamiento, de observación en un solo espacio y de esta manera aprender cómo piensa el mundo.

Conoces bien la importancia pedagógica del humor porque eres uno de los mejores pedagogos humoristas que conozco y admiro. Te digo que continúes tu trabajo excepcional como humorista y pedagogo, ya sea en tu sitio web, en libros o en conferencias. Es una pena que no haya Pepe Pelayo en Portugal y otros países. No tengo tu don para las palabras y el humor y, sin embargo, he tratado de ir a las escuelas para hablar de humor, pero a las escuelas no les gusta abrir sus puertas a la irreverencia.

 

PELAYO: Gracias, Osvaldo. Un honor tus palabras. Eres muy amable y generoso conmigo. Estoy de acuerdo totalmente con tus consejos. Ahora termino como hago siempre en estos diálocos: me dices si te quedaste con ganas de que te hubiera hecho una pregunta y si es así la formulas y la respondes, por favor.

OSVALDO MACEDO DE SOUSA: Quizás hubiera sido favorable para mí que me preguntaras sobre mis planes futuros para de esa manera promocionarlos. Y la respuesta sería: Lamentablemente no tengo muchos planes, pero siempre tengo la esperanza de que me inviten a ser curador de nuevos proyectos, a ser jurados de salones internacionales... En Portugal, este es el año de mi Bienal de Humor Luiz d'Oliveira Guimarães cuyo tema es Salud (de humanidad e instituciones) y estoy haciendo una encuesta nacional de médicos que al mismo tiempo se dedican al humor gráfico. También estoy preparando una exposición, en Portugal, de la colombiana Nani Mosquera para celebrar su carrera número 25 y su heroína Magola... Naturalmente, enfrento el futuro con una sonrisa y tal vez pueda alcanzar 50 años de trabajo dedicado al humor.

 

Estimado Osvaldo, te doy infinitas gracias por robarte tu tiempo para este diáloco. Eres muy amable. Te deseo que esos proyectos venideros sean un éxito. Tus conocimientos, experiencia, dedicación y talento te avalan. Espero que pronto los portugueses y el mundo entero reconozcan aún más tus méritos, porque se lo están perdiendo ellos. Y nosotros los humoristas y el público de todas partes te necesitamos. Un abrazo.

 

Nota aclaratoria: Un diáloco es un diálogo entre dos locos; o lo que es lo mismo, entre dos personas que se dedican de alguna manera al humor.