"El caricaturista que dibujó los últimos guiones de Fontanarrosa"
Por Ley de la Nación, se instauró en Argentina el 26 de noviembre como el Día Nacional del Humorista. ¿Por qué en esa fecha precisamente? Porque ese día, pero de 1944, nació el gran humorista gráfico y literario Roberto Fontanarrosa. ¡Imagínense lo importante que es él para la cultura de ese país, siendo cuna de tantos y tan grandes colegas!
Mi primer contacto con El Negro, como le decían con cariño, fue en Cuba. Ocurrió durante el Encuentro Latinoamericano de Humor, allá por 1990. Evento organizado por el reconocido humorista cubano Virulo, el cual estaba al frente del Centro Promotor del Humor.
Fontanarrosa vio el trabajo de nuestro joven grupo La Seña del Humor de Matanzas, del cual yo era el director general, y nos felicitó por quedar gratamente impresionado, según sus palabras. Por supuesto, enseguida nos enamoramos de él. Porque alguien con tanta obra importante en las artes gráficas, en la literatura y como autor de teatro, incluyendo ser guionista de Les Luthiers, era para morirse al escuchar esos halagos.
Recuerdo que en ese momento subió a su habitación (estábamos en el mismo hotel) y nos trajo de regalo unos cuantos libros autografiados.
Después asistí a los encuentros teóricos y ahí pude comprobar que no sólo era un gran creador de humor en sus modalidades artísticas, sino que además era uno de los tipos más simpático, agudo y ocurrente que he conocido.
Años después, me lo encontré en la Feria del Libro de Buenos Aires y un año más tarde en la Editorial De La Flor y siempre al verme me gritaba: "¡Eh, La Seña...!" Y yo disfruta mucho, lo juro, porque lo tenía –y lo tengo-, en el Olimpo del humor y que me recordara, era miel para mi ego.
Cuando supe de su temprana muerte lo sentí muchísimo.
Pues ha pasado el tiempo, vengo de vuelta ya con mi carrera en el humor y de pronto la vida me hace volver a él. Tengo la suerte y el honor de que haya aceptado desarrollar conmigo uno de mis diálocos, alguien que hizo un trabajo precioso e increíble con Fontanarrosa. Un protagonista de una historia muy especial.
Resulta que cuando ya la enfermedad le ganaba la partida al cuerpo del Maestro, su mente se mantenía tan lúcida y fecunda como siempre. Por lo tanto, no paraba de crear.
¡En esas condiciones continuó escribiendo los guiones de sus personajes antológicos como Inodoro Pereira, Mendieta, etcétera!
Pues aquí entra la preciosa anécdota. Otro colega y coterráneo, el reconocido humorista gráfico y literario Oscar Salas fue el que dibujó esos guiones, los cuales se publicaron hasta que El Negro partió definitivamente.
Este será un diáloco especial, lo intuyo.
P.P.: ¿Por qué crees te escogió Fontanarrosa para que le hicieras los dibujos?
OSCAR SALAS: No fue Fontanarrosa quien lo hizo, la propuesta (o cuchillo en la panza) me llegó a través de un amigo que teníamos en común, el humorista Crist (Cristóbal Reynoso), quien seguía de cerca la evolución de la enfermedad del Negro y pensó que yo podía con el entrevero. No había tiempo para hacer un casting de dibujantes y así ver a quién le salían mejor Inodoro, Mendieta o la Eulogia, la cosa era ya; las futuras tiras debían ser publicadas pocas semanas después del llamado de Crist y Fontanarrosa ya no podía dibujar. Me cagué en las patas, sentí que dibujar los personajes del dibujante que más admiré siempre, era algo que me quedaba grande. Pero allá fuimos, puse mi mayor esfuerzo en reproducir estos personajes tan entrañables y sacamos la tira adelante; nunca antes se había dado un caso de que un dibujante debiera reemplazar a otro en su trabajo y me llamaron de medios de toda Latinoamérica para entrevistarme sobre el tema.
Nunca hablé con Fontanarrosa, toda la comunicación fue vía e-mail, desde Rosario me enviaba los guiones y tres o cuatro días después yo los devolvía dibujados.
P.P.: ¿Quedaron guiones sin publicar después de su fallecimiento? ¿Tú los hiciste también?
OSCAR SALAS: No, fueron quince tiras en total las que dibujé con sus guiones y la última llegó a la redacción de Clarín una semana antes de su fallecimiento. La mente del Negro estaba intacta y todo su genio y lucidez se reflejaban en esos guiones geniales que yo podía leer de primera mano. Tomabas dimensión de su talento al comprender que podría haber prescindido de sus dibujos para hacer reír.
P.P.: ¿Qué sentiste al hacer ese trabajo conjunto con tan legendaria figura?
OSCAR SALAS: Sentí muchas cosas; mucho miedo al principio, temiendo no estar a la altura de semejante compromiso; emoción y alegría, por dibujar nada menos que a Fontanarrosa. Y una enorme pena, como dibujante, por las circunstancias que habían provocado tal acontecimiento.
Lo que venía entre líneas en sus guiones me revelaron a un tipo tan talentoso como generoso; no quería que yo copiara sus dibujos y me alentaba a crear mi propio Inodoro, para que el trabajo me resultara divertido, cosa que nunca me atreví a hacer ya que sus personajes eran verdaderos logotipos instalados en nuestra cultura popular. Pero sí, yo le daba rienda suelta a mi estilo cuando había que dibujar vacas, sapos, chanchos o indios, cosa que me festejaba.
En ocasiones se disculpaba cuando el guión proponía poca acción, prometiendo más en el siguiente, a sabiendas de que los dibujantes nos divertimos garabateando peleas, persecuciones y bolonqui.
P.P.: ¿Cómo era él según tu sentir, tu percepción?
OSCAR SALAS: Más allá de todo su talento y generosidad, un verdadero maestro en su oficio; yo tengo una vasta experiencia como escritor y dibujante, pero, al lado de un tipo como Fontanarrosa, nunca dejás de aprender.
P.P.: Siendo tú también un artista tan relevante en el humor gráfico y los libros infantiles, debes tener un gran proyecto entre manos, ¿se puede hacer público?
OSCAR SALAS: Siempre estoy dibujando y escribiendo, buscando nuevos horizontes profesionales y sitios donde mostrar y compartir mis cosas. Nunca se sabe qué va a salir de la galera pero, mientras tanto, que siga la magia.
Amigo Óscar, te agredezco de todo corazón que te hayas tomado el tiempo de compartir conmigo este diáloco. Te felicito y te envidio por haber tenido la oportunidad de trabajar exitosamente con Fontannarrosa, uno de mis ídolos. ¡Saludos!
Nota aclaratoria: Un diáloco es un diálogo entre dos locos; o lo que es lo mismo, entre dos personas que se dedican de alguna manera al humor.
A continuación un ejemplo de ese importante trabajo. Primero uno de los guiones de Fontanarrosa y después la historieta de ese guión dibujada por Óscar Salas. Y al final, unos datos biográficos del autor.
CURRÍCULUM SINTÉTICO
Óscar Salas nació en Alta Gracia, Provincia de Córdoba. Es escritor, ilustrador, humorista gráfico y músico. Publicó en las revistas "Hortensia", "Rico Tipo", "Humor", "Caras y Caretas", entre otras. Entre sus libros editados se encuentran: El cuco ya fue , El Desenredador de Estrellas, Pueblo Barrilete, El día en que las abuelas perdieron la memoria, Cuatro Brujas y un garbanzo, Jerónimo , El increíble barco del capitán Cuerdafloja, El rey Bromín y el misterio de los vientos perdidos y Cuenta Destraba y Adivina.
En el año 2003 un revelamiento realizado en las escuelas por el Ministerio de Educación sobre el mercado literario en Córdoba lo distinguió como el autor más leído en el género infantil. Sus libros se utilizan como material didáctico en las escuelas y han sido incluidos en diferentes publicaciones institucionales. Junto al músico Santiago Ortiz, editó el disco "Canciones de la luna, luna" y presenta el espectáculo Cuentos, canciones y dibujos. Colaboró con los libretos de "Doña Jovita". Es autor de la tira Jerónimo que publica el diario "La Voz del Interior". Realizó, además, los dibujos de la tira "Inodoro Pereyra", de Roberto Fontanarrosa. En junio de 2011 la novela: El Talismán de la Bruja.