Entrevistas a humoristas

Entrevista a Pelayos (Pepe y Alex Pelayo)

¿Le gusta que le hagan entrevistas?

PEPE: Si me entrevistan, bien y si no, también.

ALEX: Sí, sobre todo cuando me la hago yo mismo.

 

En este año 2014, ¿cómo ve el estado actual del humor en el país donde vive, en televisión, radio, teatro, literatura y gráfica?

PEPE: Vivo en Chile. Veo poquísima televisión abierta, pero tengo entendido que el humor sigue igual o peor que cuando yo trabajaba en ella. Pero es un mal de toda Latinoamérica, desde el Polo Sur hasta los canales latinos de E.U. (quizás España también, pero la conozco menos). El humor radial es igual que el de la tele y ni siquiera hay excepciones como en otros países. En teatro hay mejor panorama, pero pocas islas en un mar de comedias baratas. En las artes escénicas en general hay algunos colegas dedicados a la “comedia en vivo” (stand up comedy) y eso mejora la situación, aunque hay pocos buenos, como en cualquier lado y cualquier otra manifestación artística. En gráfica hay un mejor nivel, aunque se necesitan más espacios para publicar y la sociedad –sobre todo los que pueden apoyar–, debe tomar más conciencia de su importancia. En literatura, como también sucede en otros países, muchos escritores usan el humor parcialmente en sus obras y eso no es criticable, claro. Sin embargo, lo que sí critico es que muchos de ellos no se dedican a la literatura humorística, solo porque ésta no da prestigio aún como literato.

ALEX: El humor gráfico en Chile ha mejorado considerablemente, alejándose del tradicional "costumbrismo". Sin embargo está más presente en el ciberespacio que en los medios de prensa. El humor televisivo sigue, a mi juicio, siendo pobre. En los otros lenguajes prefiero no opinar porque desconozco su estado.

 

En varios países de América Latina se dice: "Mi país es un pueblo de humoristas", "en mi país, tú mueves una piedra y sale un humorista", etc. ¿En el país donde vive se dice lo mismo?

PEPE: El concepto chovinista se repite aquí también, como en muchos lugares de Latinoamérica, pero con otros giros idiomáticos, claro.

ALEX: Sí y es chovinismo del bueno, sin embargo, conjeturando, me da la impresión que en los países de cultura latina (no confundir con latinoamericana) hay cierta tendencia a reír y a hacer reír.

 

¿Es verdad la acuñada frase: "Es más fácil hacer llorar que hacer reír”?

PEPE: Creo que nada es fácil en la buena creación artística en general. Lo que quizás ocurra es que como el llanto está más cerca de la emocionalidad del ser humano y el humor más cercano a la inteligencia, sea más fácil llegar al corazoncito de las grandes masas, con menos educación y formación, sin contar que tener el sentido del humor bien desarrollado lleva más dedicación, esfuerzo y tiempo que alguien que pique cebolla.

ALEX: No estoy de acuerdo, en ambos géneros hay mucha dificultad. Hay quienes hacen reír y llorar usando recursos fáciles y cautivan a quienes ríen o lloran de lo fácil. En el caso contrario, aunque a un alto nivel, pasa lo mismo.

 

¿Cuándo decidió hacerse humorista?

PEPE: Cuando me convencí de que tenía actitudes para profesionalizarme en un campo creativo que me proporcionaría enorme placer y satisfacción, tanto en el autodisfrute, como en la posibilidad de lograr la risa “sana, blanca y/o pensante” en mi público.

ALEX: El humor ha estado siempre en mis creaciones. Si me refiero en concreto al humor gráfico, desde que el personaje que escribe desde hace rato una línea sobre mí me convenció para formar "Pelayos".

 

¿El humorista nace o se hace?

PEPE: Ambas cosas. Pero el que nace con el don de hacer reír a los demás, le es más fácil llegar a ser “genial”, sólo si se supera culturalmente, domina las técnicas y lenguajes del arte por el que va a canalizar su humor y si trabaja mucho. El que no viene a este mundo con esa “gracia”, puede ser un buen humorista si se esfuerza mucho superándose tal y como mencioné antes y si trabaja muchísimo también y hasta más si se puede, aunque nunca será tan “genial” como el otro, lamentablemente.

ALEX: Yo creo que se hace, se va haciendo desde que nace, recibiendo estímulos y reaccionando ante ellos. Sí creo que una persona puede nacer con más sensibilidad y creatividad que otra, pero la diferencia es mínima, es más importante el entorno y su adaptación. En ambos casos el éxito depende del esfuerzo.

 

7- ¿Cuál ha sido el mejor y el peor momento de su carrera hasta el día de hoy?

PEPE: El peor, cuando me cuesta crear algo gracioso. El mejor, cuando veo a alguien reír de mis “gracias”… Esa respuesta es cierta, y lo siento así, pero es políticamente correcta. Sin embargo, tengo otra más concreta: el peor, cuando fui víctima de la censura de las autoridades cubanas y de los ejecutivos mediocres en un canal de televisión chileno y uno de Miami. El mejor, no, en realidad debería decir “los mejores”: el recibir premios nacionales y más aún de nivel internacional; presentarme en prestigiosos escenarios y con colegas importantes; cuando bautizaron con mi nombre una sala de clases en un colegio de Santiago y me homenajearon delante de mi familia y cuando –aunque parezca políticamente correcto lo voy a decir–, los momentos en que padres o profesores me cuentan que sus niños han comenzado a leer a causa de mis libros.

ALEX: Como humorista gráfico tengo poca historia. Supongo que lo mejor es cuando me felicitan mis pares o gano un concurso. Lo peor es cuando no estoy inspirado o sufro una crisis vocacional donde quiero tirarlo todo por la borda.

 

Como profesional del humor, ¿se ríe fácil? ¿Con qué tipo de chistes?

PEPE: Lamentablemente, por malformación profesional, al acostumbrarme a analizar todo, me río muy poco cuando consumo humor. Sin embargo, cuando me alejo de esa posición, me encanta reír de todo y sobre todo me fascina hacer reír (soy muy payaso) y esa risa o sonrisa interior que siento al hacerlo, me produce tanto o más placer que la externa. Y no tengo un tipo, un género, una clasificación específica dentro del humor que me haga reír más. Sólo el que me sorprende sería el favorito y por la misma malformación profesional que mencioné, son muy escasos esos momentos.

ALEX: Soy de sonrisa perenne y me río bastante, pero no con cualquier cosa. Me gusta el humor blanco y el negro tirando a gris claro. Las cosquillas no me hacen gracia.

 

¿Alguna anécdota relacionada con su profesión?

PEPE: En una ocasión, un animador de televisión en Chile, nos pidió a mi colega Pible y a mí, escribir el guión de un sketch para actuarlo él. Llegamos al ensayo ante el resto del elenco, camarógrafos y demás miembros del equipo realizador del programa y cuando el animador actuó nuestro guión, nadie se rió. Entonces, para salir de ese mal momento, supongo, se le ocurrió decir que el guión no servía. Ahí pedí yo actuarlo, y al hacerlo todos rieron. “¡Ah, claro!”, dijo en voz alta el animador, “¡funciona porque tú eres un comediante profesional!”. Ahí le comentamos que si él no era comediante que no actuara entonces. Pues ese hecho provocó que en vez de odiarnos, nos hiciéramos grandes amigos y comprobé su excelente calidad humana y vi que aquella anécdota no era más que el fruto de su juvenil entusiasmo por hacer cosas y aprendió que un comentario como el que hizo sobre aquel guión puede, sin saberlo, joderle la carrera a un creador.

ALEX: Recuerdo cuando aún estaba en el colegio participé en un concurso de humor gráfico, mi primer concurso. Aunque era más bien de historieta. El guión era de mi padre, cuando no estaba ni remotamente la idea de formar un dúo creativo. Camino al lugar de la entrega, cruzando Alameda, que es la principal avenida de Santiago de Chile y unas de las más anchas, me percaté de que se me había caído una de las páginas. Enseguida me doy cuenta de que estaba en la acera del frente, bajo el zapato de un distraído señor. Como el semásforo estaba en rojo no podíamos recogerlo y mi papá comenzó a gritarle al tipo a vivo pulmón: ¡Animaaaal! ¡Animaaaaaaal! (entre otras cosas más fuertes) Pero el hombre ni se enteraba. Finalmente dio la luz verde y corriendo recuperé el dibujo. Eso sí, con una huella de zapato que tuve que disimular con una goma de borrar. Fue mi primer premio.

 

¿Con cuáles colegas se identifica?

PEPE: Con muchos, de cualquier manifestación artística y de cualquier estilo. Pero sólo a esos grandes, a los que hacen un humor elaborado y de calidad artística, ingenioso, de alto vuelo, sano y que eleve al máximo el umbral de la inteligencia y la emoción para hacer crecer el espíritu.

ALEX: Me identifico con el humor gráfico cubano, particularmente Boligán, Ares y Ajubel. Pero siento gran admiración por Quino, Steinberg, Chummy Chúmez, Adolf Born, Fernando Krahn, Calpurnio, Kosobukin, Schulz, entre muchos más.

 

¿Qué nos aconseja como humorista?

PEPE: No soy bueno dando consejos en general. Sólo se los doy –y no siempre– al que me lo pide en privado y en confianza. Pero como debo responder todo (como me gusta que hagan nuestros entrevistados), repetiré algo que ya señalé en otra pregunta: para ser mejor un humorista hay que crecer todos los días como persona, ser más culto, trabajar incansablemente y disfrutar esta profesión tan extraordinaria. En otras palabras, crear, pensar y vivir con humor.

ALEX: No tengo mucha experiencia como creador de humor, pero supongo que este consejo valga para todos los casos: cuidado con la autocomplacencia y la inercia.

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