Entrevistas a humoristas

Entrevista a Gerineldo Campos

PP: ¿Le gusta que le hagan entrevistas?

GERINELDO: Hace una década me hicieron una entrevista, era en una emisora muy prestigiosa y pensé que lo siguiente era contratar a un grupo de esbirros para protegerme de las hordas frenéticas de fanáticos. Sin embargo la entrevista fue a las cuatro de la madrugada, con suerte me escuchó el inconsciente del algún guarda dormido en alguna región remota. Me gustan las entrevistas en la medida en que nunca me solicitan una, y me parecen interesantes para pasar revista a los infortunios.

 

PP: En este año 2016, ¿cómo ve el estado del humor en el país donde vive, en televisión, radio, teatro, literatura y gráfica?

GERINELDO: Bien, los humoristas siempre tienen trabajo en nuestros países, porque normalmente la realidad supera la imaginación de cualquiera de nosotros. La realidad es en el fondo, siempre más paradójica, extraña y absurda. En ese sentido nuestros dibujos sirven como terapia. Algún efecto catalizador debe ejercer en el inconsciente. El humor lo pagan mal, pero hay espacios para ejercer. Actualmente trabajo para la Revista del Congreso. ¿Puede existir un puesto más extraño para un caricaturista?

 

PP: En varios países de América Latina se dice: "Mi país es un pueblo de humoristas", "en mi país, tú mueves una piedra y sale un humorista", etc. ¿En el país donde vive se dice lo mismo?

GERINELDO: No, realmente en Colombia el ejercicio del humor gráfico es una actividad más bien rara, no tenemos revistas especializadas y no estamos agremiados. (A menos que se hayan agremiado y que nadie me avisara, es muy probable) Es tan raro, que si un niño dice que quiere ser humorista, nadie le entendería, nadie sabe si es algo bueno o malo, todos saben que es algo extraño.

 

PP: ¿Es verdad la acuñada frase: "Es más fácil hacer llorar que hacer reír?

GERINELDO: Me gusta pensar que nuestro reto es hacer pensar y para ello usamos el truco de la sátira, de la ironía, de la paradoja. Detrás de cada humorista hay un filósofo con una concepción del mundo.

 

PP: ¿Cuándo decidió hacerse humorista?

GERINELDO: Desde muy niño, empecé a realizar mis caricaturas y rápido también logré publicar. Nunca decidí ser humorista, llegue aquí, con eso incorporado.

 

PP: ¿El humorista nace o se hace?

GERINELDO: Hay ciertos ingredientes que componen la mente de un humorista que lo hacen una criatura exótica. Nace, pero ciertos elementos formativos y de-formativos lo perfilarán como profesional.

 

PP: ¿Cuál ha sido el mejor y el peor momento de su carrera hasta el día de hoy?

GERINELDO: El mejor, publicar en el editorial del periódico más importante del país y el peor recibir tan mala paga por publicar en el periódico más importante del país.

 

PP: Como profesional del humor, ¿se ríe fácil? ¿Con qué tipo de chistes?

GERINELDO: Vivo con humor de manera cotidiana. Tener sentido del humor es un rasgo característico de personas evolucionadas. En términos generales veo que la civilización, el planeta entero, esa minúscula esfera azul flotando en la nada, todo es una sofisticada viñeta humorística diseñada para reír. No podemos hacer otra cosa, es decir, lo otro es el existencialismo y el suicidio.

 

PP: ¿Alguna anécdota relacionada con su profesión?

GERINELDO: Tendría que narrar toda mi vida aquí, todo ha sido una especie de anécdota descomunal. Todo es tan absurdo inquietante y aburridor que hablar de un episodio sería injusto.

 

PP: ¿Con cuáles colegas se identifica?

GERINELDO: Soy seguidor de Fontanarrosa, de Sempe, de Mike luckovich, de Caloi, de Quino.

 

PP: ¿Qué me aconsejaría a mí como humorista?

GERINELDO: Trabajar duro, ser exigente, huir de la mediocridad y leer como un poseso.

Humor gráfico · Gerinaldo Campos
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